Bochornosa paliza la que le propinó una brasileña mal encarada a su compañera de piso. Al parecer, estaba harta de ver cómo no hacía nada en la casa, y sobre todo en la habitación que ocupaba, que estaba hecha unos zorros y manga por hombro.
Así, en vez de reprenderla con buenas palabras, optó por darle una sarta de bofetadas y dejarla desnuda de paso.
No contenta, la sacó a la calle arrastrándola de los pelos, dejándola como Dios la trajo al mundo.