Llegaron a morder a una abuela que paseaba a su nieto por la calle con un cochecito de bebé
La visita a Gibraltar supone para los turistas una auténtica oportunidad para contemplar a los monos (Macaca Sylvanus), auténtico símbolo del peñón.
No se sabe a ciencia cierta cuando llegaron (algunas versiones hablan de que fueron los árabes en el 711 y otras de que llegaron de la mano de los británicos en 1704). Lo cierto es que la especie forma una colonia estable de 300 ejemplares y que son un reclamo para los turistas.
Sin embargo, las numerosas visitas han hecho que pierdan el miedo a los humanos y han pasado de ser un animal curioso y amable a estar «descontrolados», según informa ‘La Razón‘.
ATAQUES E INCURSIONES
En los últimos años han protagonizado varios ataques (104 durante en 2011) y sus incursiones en la ciudad son cada vez más habituales y provocan destrozos en habitaciones de hotel y calles. De hecho, llegaron a morder a una abuela que paseaba a su nieto por la calle con un cochecito de bebé.
Esta situación ha llevado a las autoridades del peñón a buscar soluciones y han comenzado las conversaciones para trasladar a 120 ejemplares hasta el norte de África.
De momento, los están recluyendo en una prisión para monos, bajo la supervisión de veterinarios, antes de proceder a su deportación. Las autoridades confirmaron a ‘Daily Mirror‘ que no se repetirá la matanza de 2008, cuando 25 monos fueron asesinados a balazos.
Así, después castrarlos y deportarlos, se reducirá el número sin tener que llegar a sacrificarlos.
Esta medida va en contra de la leyenda que asegura que si los monos desaparecen de Gibraltar, también lo harán los británicos, razón por la que durante la II Guerra Mundial, Winston Churchill ordenó trasladar nuevos ejemplares desde el norte de África cuando la población de macacos descendió.
