Lunes, 18 de mayo de 2015
Un coletudo Sansón quiere ser filisteo
Distancia del tiempo yéndose al verano
hallo en este caluroso día donde los treinta grados ya se sobrepasan,
se renueva poco a poco el género humano,
según una tras otra las generaciones fracasan
su lucha contra el tiempo, que muele todo grano.
Cada una en las anteriores sus cimientos amasan,
según se va agostando su porvenir antes lozano,
según las previas oleadas sobre la arena de la playa se retrasan,
según vence el lamento del tiempo a cada uno doblándole la mano.
Es tiempo de elecciones y riñen en porfía
ya los candidatos, por las elecciones locales combaten en torneo
y autonómicas de las pobres regiones que en sombría
mezcolanza de todas las de abajo no llegan a tener su propio día.
La novedad del año, que en todo televisor veo
al ser preguntado si se vestirá de traje si entra al coliseo
de la casta, responde que vestirá “igual que la gente” si llega a señoría.
Continente por contenido, ha confundido el Sansón hebreo
que a señorial cargo aspira, mostrando que lo que quiere es ser filisteo.
¡Y luego dicen que ya no es señorial nuestro sistema,
que terminó el Régimen de Señorío!
Pero si las señorías conservan su poderío
de qué nos sirve que las “señorías” nos cuenten el poema
de que visten por fuera el mismo del pueblo atavío.
Juan Pablo Mañueco