SI ALGUNOS GENIOS VOLVIERAN

Si Garcilaso volviera,
yo sería su asistente.
En la guerra yo impidiera
que al sur de Francia muriera;
su cálamo, en verso, intente.
Si P. Neruda volviera
yo alimentaría su horno,
que trueno de voz cociera
y ríos de vida hiciera;
aprendería a su entorno.
Si Adolfo Bécquer volviera
yo limpiaría su arpa,
para que cuando quisiera
que el instrumento latiera
sonara un ave que zarpa.
Si el gran Manrique volviera
yo sería su vigía.
A su coraza me asiera
hasta lograr que viviera.
Su muerte joven dolía.
Si G. Berceo volviera
yo sería monaguillo.
Ayudase a que pudiera
al cielo tender escalera,
llenar letrado cepillo.
Si Cervantes volviera
yo no le acompañaría,
que es inútil que siguiera,
su voz por libro cualquiera.
¡Solamente leería!
Juan Pablo Mañueco
Vídeo general
Imagen: La novela «La sombra del sol», de Juan Pablo Mañueco, en la Biblioteca de la Universidad de Toronto (Canadá)