¡Aguarda, la que me va a caer de los fanáticos machadianos, por decir la VERDAD DEMOSTRABLE sobre su Dios poético en lo castellano, SON IRASCIBLES EN CUANTO UNO NO SE POSTRA ANTE LA CORTA VISÓN DE CASTILLA DE ANTONIO, pero sus fanáticos seguidores lo son sólo A/ Porque no han leído a ningún otro poeta jamás B/ Porque no han leído al variadísimo, alegre y extenso cantor de lo castellano, su casi coetáneo y sí culto poeta éste sí castellano de nacimiento, afecto y obra amplia, el santanderino Gerardo Diego!
OH, BACHILLER ANTONIO MACHADO, QUE COPIASTE
de la peor Leyenda Negra Anticastellana el contenido de tu libro que, para decir verdad, debió llamarse “Campitos de Soria en torno”, sólo, por exponer la verdad que tu pediste que te acompañaran a buscarla, en vez de quedarse con tu exigua verdad –tuya subjetiva-, tan escasa además en geografía como provinciana, menguada y corta en mirada.
¡Oh, bachiller Antonio Machado que copiaste
a la Leyenda Negra Anticastellana entera,
pues tu ideario fue de vagón más de tercera
que principal, incluso en tu grupo en el que entraste!
No fuiste el bachiller Sansón Carrasco, carrera
que por mucho te iguala y te supera, mas piaste
de Soria solo y sola. Todo el resto dejaste
sin piar de mi Castilla: ni citarla siquiera.
Ni la Vieja ni Nueva o Castilla marinera.
Pero tú ¿de qué trozo breve de Soria hablaste,
señorito de Hispalis, pesimista en natura,
que nada de mi tierra y mar jamás alcanzaste?
Si “Campitos de Soria en torno” hubiera o aun fuera
el título de tu librillo, Soria y Castilla
habrían alcanzado mejor magna ventura,
La una por ser el título y la otra, mi patria, por ser mucho mayor en su semilla.
NOTA: Antonio Machado no alcanzó otro título académico más que el de Bachiller, a diferencia de los doctores, licenciados, rectores de universidad, etc., que componen el resto de la Generación del 98, llamada así con mucha posterioridad por Azorín, hacia 1913, pese a que sus integrantes siempre negaron vínculos intergeneracionales.
Ninguno de los integrantes de dicha “Generación” fue castellano, y jamás les interesó Castilla en sí misma, sino como objeto de reflexión no sobre ella misma sino sobre lo que de verdad les interesaba a ellos: España y su atroz retraso con respecto a Europa.
Machado sólo superó en titulación a otro noventayocho: Ramiro de Maeztu, puesto que el vitoriano no alcanzó ninguna titulación escolar, siendo simplemente un autodidacta.
Quizá por ello Maeztu es aún, dada la amargura del Desastre del 98, y que la periferia aprovechó para acusar a la amordazada Castilla de ser la responsable del retraso de Castilla –evidente, a causa de la anticastellana política española de los últimos siglos- y de España –mucho menor en su retraso que la masacrada Castilla- más anticastellano que Machado, que lo es y mucho en su fondo y que yerra o miente incluso en el título de su libro «Campos de Castilla»: ¡No hay Castilla en tal libro machadiano, sólo la pequeña parte alrededor de Soria que al sevillano interesó en su breve estancia forzosa en la ciudad soriana!
Pues los párrafos de Maeztu superan aún en amargura y supuesta monotonía, monocromía, fealdad y ausencia de belleza de Castilla al poeta sevillano, que también incidió –y él con maestría- no como los creadores decimonónicos de la mala imagen de Castilla, en tales infundios anticastellanos creados sin calidad literaria ninguna por los románticos regionalistas periféricos de mediados del XIX, convenientemente untados para ello por sus respectivas plutocracias locales.
Todas las generaciones culturales castellanas (que las hay, aunque soterradas, las de 1900, 1920, 1940, 1960, 1980 y 2000) han rechazado la visión de Castilla de la llamada Generación del 98 y la de Antonio Machado, pese a que esta última es la promocionada por el sistema y la que ha triunfado desde los libros y programas escolares oficiales.
Especial rechazo de la Castilla del 98 y de la Castilla machadiana expresó la denominada -y esta sí compacta y autoasumida como Grupo- Generación cultural castellana de 1980, que señaló en numerosas ocasiones la necesidad de desnoventayochizar Castilla y confrontar la escasa Castilla descrita por Machado con la extensa y variada Castilla, de las Castilla Vieja y Nueva.
La cual sigue silenciada oficialmente, porque Castilla está prohibida como concepto real desde hace bastantes Regímenes políticos, no sólo en el presente Régimen, en donde prosigue el silenciamiento y represión de Castilla, por las plutocracias que dominan el Estado sobre España, desde el siglo XIX, y aun desde antes.
Se exponen con amplitud dichas ideas, en diferentes libros de Juan Pablo Mañueco, cuya bibliografía puede consultar quien quiera enterarse de todas estas cuestiones:
https://biblioteca-virtual.fandom.com/es/wiki/Juan_Pablo_Ma%C3%B1ueco