La revolución en seguridad aérea que promete salvar vidas

Inteligencia artificial y airbags gigantes externos para los aviones

Un sistema experimental combina IA y airbags externos inventado en la India para reducir drásticamente la fuerza del impacto en accidentes de avión y aumentar la supervivencia

Airbags gigantes para los aviones
Airbags gigantes para los aviones. PD

El futuro de la seguridad aérea se escribe hoy en la India, donde un equipo de ingenieros ha desarrollado una solución que desafía los límites tradicionales de la aviación.

Tras el devastador accidente de un vuelo de Air India con destino a Londres, en el que solo un pasajero sobrevivió, la pregunta sobre cómo mejorar la supervivencia en accidentes de avión vuelve a estar en el centro del debate.

La propuesta, bautizada como REBIRTH, plantea el uso de inteligencia artificial y airbags externos para reducir en más del 60% la fuerza de un impacto, una cifra que, de confirmarse en la práctica, marcaría un antes y un después en la historia de la aviación comercial.

A día de hoy, 19 de septiembre de 2025, este innovador sistema ha captado la atención de la industria y de expertos en seguridad aérea.

El desarrollo responde directamente a la falta de alternativas reales para proteger a los ocupantes cuando ya no es posible evitar el accidente. Frente a los sistemas tradicionales, centrados en la prevención y no en la mitigación de daños tras el fallo, REBIRTH promete una capa adicional de protección justo en el momento más crítico.

Cómo funciona el sistema REBIRTH: sensores, IA y materiales de última generación

El núcleo de esta innovación está en la combinación de tecnología avanzada y materiales de alta resistencia. El sistema emplea una red de sensores distribuidos por todo el avión que monitorizan, en tiempo real, parámetros clave como altitud, velocidad, estado de los motores, dirección y acciones del piloto. Cuando la inteligencia artificial detecta que el impacto es inminente y no hay escapatoria posible —normalmente por debajo de los 3.000 pies—, activa automáticamente el despliegue de enormes airbags desde la nariz, la parte inferior y la cola del fuselaje.

Estos airbags no son convencionales: se fabrican con materiales como Kevlar, Zylon y fluidos no newtonianos, seleccionados por su capacidad para disipar la energía del impacto y mantener la integridad estructural del avión. Además, el sistema puede activar el empuje inverso de los motores, lo que permite reducir la velocidad de la aeronave hasta en un 20% antes del choque.

Principales características técnicas

  • Sensores inteligentes: distribuidos en puntos estratégicos, detectan anomalías y condiciones críticas en milisegundos.
  • Despliegue automático: la IA decide cuándo y cómo activar los airbags para maximizar la protección.
  • Materiales avanzados: combinan resistencia, flexibilidad y capacidad de absorción de energía.
  • Sistema de localización de emergencia: tras el impacto, emite señales GPS, baliza infrarroja y luces para facilitar el rescate inmediato de los equipos de emergencia.

De la tragedia a la innovación: el origen del proyecto

El accidente que motivó este desarrollo ocurrió en junio de 2025, cuando un avión de Air India sufrió una falla total de motores segundos después de despegar desde Ahmedabad y se estrelló. El resultado fue devastador: solo un superviviente y una vez más, la evidencia de que, más allá de los fallos humanos o técnicos, la supervivencia en un accidente aéreo depende en gran parte de factores incontrolables.

Eshel Wasim y Dharsan Srinivasan, ingenieros del Birla Institute of Technology and Science, analizaron los sistemas actuales y detectaron una carencia evidente de soluciones orientadas a la supervivencia tras el fallo. Su respuesta fue REBIRTH, una propuesta que no busca evitar el accidente, sino aumentar las probabilidades de vida cuando todo lo demás ha fallado.

Simulaciones y expectativas: ¿cuánto puede mejorar la supervivencia?

Las simulaciones realizadas hasta el momento muestran que el despliegue de los airbags externos podría reducir drásticamente la fuerza del impacto, con una mejora potencial en la supervivencia de los ocupantes superior al 60% en escenarios de choque controlado. La clave está en la absorción y dispersión de la energía, minimizando así lesiones fatales tanto por impacto directo como por deformación estructural del fuselaje.

Además, la activación del sistema de localización tras el accidente acelera la llegada de los equipos de rescate, un factor crítico en la supervivencia durante los primeros minutos tras el siniestro.

Retos y desafíos: peso, integración y costes

Jeff Edwards, aviador retirado y consultor en seguridad aeronáutica, señala que aunque la propuesta es “profundamente innovadora”, plantea desafíos técnicos importantes. El peso añadido de los airbags y los sistemas asociados puede afectar la eficiencia y el rendimiento de la aeronave. Integrar estos mecanismos en aviones comerciales de gran tamaño, sin comprometer la capacidad de carga ni la aerodinámica, requiere un equilibrio delicado entre seguridad y viabilidad operativa.

A esto se suman los costes: los materiales avanzados y la electrónica de alta precisión suponen una inversión considerable para las aerolíneas, que deberán valorar si los beneficios en términos de supervivencia justifican el gasto y la complejidad añadida.

Comparativa con otros accidentes históricos

El caso del vuelo 447 de Air France en 2009, donde el avión se precipitó al Atlántico y fallecieron todos los ocupantes, ilustra los límites de los sistemas de seguridad actuales, que no contemplan mecanismos de mitigación del impacto final. La propuesta de REBIRTH introduce un cambio de paradigma: aceptar que, en ocasiones, el accidente es inevitable y la prioridad debe ser salvar el mayor número de vidas posible.

Hacia una nueva era en la seguridad aérea

El desarrollo de soluciones como REBIRTH refleja un giro en la filosofía de la seguridad aérea, donde la inteligencia artificial y los materiales de última generación abren nuevas vías para la protección de los pasajeros. Aunque aún en fase experimental, el sistema ya ha generado interés internacional y podría inspirar futuras normativas y diseños en la industria aeronáutica.

La aviación comercial nunca ha estado tan cerca de abrazar la idea de un “airbag” para el cielo. Si este tipo de tecnología logra superar los desafíos técnicos y económicos, es probable que en los próximos años viajar en avión sea una experiencia aún más segura, incluso frente a lo inesperado.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído