Lo de Ibiza es para hacérselo mirar. Cuando no es Magaluf, es algo raro en el aeropuerto y cuando no es una huelga es una bronca.
La Policía Local de Sant Josep (Ibiza) intentó desmantelar una fiesta ilegal iniciada en la madrugada del 25 de agosto de 2019 en la Torre d’en Rovira.
Y en el intento, hubo 73 detenidos y 13 heridos. Entre estos últimos, unos cuantos agentes, porque los juerguistas se resistieron con uñas, dientes, sillas, palos y botellas.
Los policías tuvieron que hacer frente a la actitud «agresiva» de parte de los asistentes.
De hecho, varios agentes resultaron heridos, entre ellos dos policías de Sant Josep que sufrieron contusiones de carácter leve.
En la operación colaboraron agentes de la Guardia Civil, del destacamento de Tráfico y de la Policía Local de Sant Antoni y Santa Eulària.
Tras recibir el aviso y desplazarse al lugar, la Policía comprobó que había una gran aglomeración de personas con vehículos con la música muy alta. Inicialmente establecieron controles de acceso para impedir que más gente acudiera al lugar.

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Disparos al aire
Cuando intentaron parar la fiesta, los efectivos se toparon con la actitud violenta de los asistentes, unas 200 personas, que se enfrentaron a la fuerza actuando con objetos contundentes y agrediendo a los agentes. Uno de los policías incluso tuvo que disparar al aire para que los agresores abandonaran esta actitud.
Cuando pudieron desmantelar la fiesta, los agentes identificaron y arrestaron a quienes aún se resistían a la intervención. También intervinieron un potente equipo de sonido y un generador con combustible para funcionar durante días y elementos para alumbrar.
Asimismo, se localizaron hasta 40 vehículos escondidos en la zona boscosa y se encontraron perros, algunos de raza peligrosa, que fueron retirados de sus propietarios puesto que no pudieron acreditar su posesión.
El alcalde, Josep Marí Ribas, destacó la labor policíal y rechazó estas fiestas ilegales porque «suponen un riesgo para las personas, para quienes acuden a ellas y para el patrimonio natural». Además, lamentó que son una «molestia para vecinos y turistas».
«Muy lamentable»
Por su parte, la directiva de la plataforma Prou, dedicada a la protección del medio ambiente en las islas, ha considerado «muy lamentable» y condena el enfrentamiento registrado este domingo entre agentes policiales y asistentes a la fiesta ilegal.
En un comunicado, desde la plataforma han afirmado que «ningún acto violento tiene cabida en Ibiza y menos cuando unos infractores de normativas quieren hacer prevaler sus supuestos derechos».
Prou ha lamentado que haya habido heridos y ha animado a los efectivos policiales a «seguir velando para que se cumplan las leyes en beneficio de todos».
Asimismo, han destacado que la gente de Ibiza está «muy irritada», unos porque «ya no sienten tanta libertad como hace años cuando hacían lo que les daba la gana y otros porque consideran que no se hace bastante para impedir este caos que afecta a todos los ámbitos».
Así, a los participantes en estas fiestas que consideran que «tienen todo el derecho del mundo» a celebrar estos eventos, hay que sumar los empresarios que «molestan a sus vecinos con un ruido inaguantable o que privatizan la costa como si nada», ha añadido Prou. »
«Todo tiene un límite y en ningún lugar del mundo se permitiría hacer lo que se hace aquí» .
Y han exigido que se acabe «tanta permisividad» y que las instituciones hagan cumplir las normas » sin miramientos ni contemplaciones».