A plena luz del día y con la guerra marcando el pulso del Ucrania, la ciudad de Leópolis ha sido escenario del asesinato de Andriy Parubiy, ex presidente del Parlamento y uno de los rostros más visibles de la independencia nacional.
El crimen, ejecutado el sábado 30 de agosto de 2025 por un hombre disfrazado de repartidor, que disparó repetidas veces antes de huir en bicicleta eléctrica, ha conmocionado a una ciudad hasta ahora considerada un refugio seguro lejos del frente.
A día de hoy, 31 de agosto de 2025, las fuerzas policiales y el Servicio de Seguridad de Ucrania mantienen una operación a gran escala para capturar al asesino, mientras la administración local y nacional refuerzan las medidas de seguridad.
El presidente Volodymyr Zelensky condenó el asesinato calificándolo como un “horrendo crimen” y prometió movilizar todos los recursos disponibles para esclarecer los hechos.
La empresa Glovo, cuyo uniforme portaba el atacante, ya colabora con la investigación facilitando registros y grabaciones.
Former Speaker of the Ukrainian parliament (Rada) Andriy Parubiy was one of organizers of Maidan & Odesa massacre. He headed the neo-Nazi Patriot party of Ukraine in 1990s & became head of National Security & Defense Council & Ukrainian parliament after Maidan
Parubiy once said… pic.twitter.com/3qFpswiM6O
— General Mike Flynn (@GenFlynn) August 30, 2025
Trayectoria y figura simbólica
Parubiy, nacido en Leópolis en 1971, fue un activo militante del nacionalismo ucraniano desde su juventud.
Participó tanto en la Revolución Naranja (2004) como en la Revolución del Maidán (2013-2014), lo que le catapultó a posiciones clave dentro del Estado: secretario del Consejo de Seguridad Nacional en 2014, vicepresidente y luego presidente de la Rada Suprema entre 2016 y 2019.
Su papel fue fundamental para impulsar leyes que protegieran el idioma ucraniano frente a políticas de rusificación, así como para promover una mayor integración con Occidente.
Su pasado está marcado también por controversias: cofundador del partido nacionalista Svoboda, Parubiy fue acusado por sus adversarios políticos de vínculos con movimientos extremistas, aunque su legado principal quedó asociado al europeísmo y la defensa de la soberanía nacional.
El ataque: detalles y contexto
El asesinato ocurrió poco después del mediodía en el distrito Frankivskyi.
Testigos aseguran que el agresor actuó con precisión, disparando entre cinco y ocho veces antes de abandonar rápidamente la escena. La policía recuperó siete casquillos en el lugar.
Las autoridades no han confirmado aún ni la identidad ni las motivaciones del atacante; por ahora descartan cualquier hipótesis pero no descartan ninguna línea de investigación.
El contexto es crucial: aunque Leópolis está situada a más de mil kilómetros del frente oriental, la violencia política ha crecido en Ucrania desde el inicio de la invasión rusa.
En los últimos meses se han registrado otros asesinatos y atentados contra figuras públicas, lo que alimenta el temor a infiltraciones o ajustes de cuentas internos bajo la sombra del conflicto bélico.
Reacciones e impacto político
La muerte de Parubiy ha provocado reacciones inmediatas tanto dentro como fuera del país. Desde la Unión Europea hasta altos cargos ucranianos, las muestras públicas de pésame se han multiplicado. Para muchos observadores, se trata de “un disparo directo al corazón de Ucrania”, según palabras atribuidas al expresidente Petro Poroshenko.
En Kiev y Leópolis se han reforzado los controles policiales y los dispositivos antiterroristas ante posibles réplicas o ataques similares. El asesinato pone en evidencia la vulnerabilidad incluso en regiones alejadas del conflicto armado directo. Además, agudiza las divisiones políticas internas: sectores próximos a Parubiy acusan abiertamente a Rusia o a sus aliados internos sin que existan pruebas concluyentes; otros apuntan a posibles vendettas personales o rivalidades políticas agravadas por los años de guerra.
Seguridad bajo presión
El caso revela un patrón inquietante: figuras públicas ucranianas han sido objetivo habitual en los últimos meses. La exdiputada Irina Farion fue asesinada también en Leópolis este julio; el activista Demyan Ganul murió bajo circunstancias sospechosas en marzo. El propio Parubiy sobrevivió a un intento con granada hace una década. La escalada actual obliga al Estado a replantear su estrategia para proteger personalidades relevantes y asegurar instituciones clave.
Las autoridades han prometido endurecer los protocolos de seguridad no solo para políticos sino para jueces, activistas y periodistas. Mientras tanto, persiste el miedo entre la población civil ante posibles episodios violentos impredecibles.
Claves para el futuro inmediato
- Investigación abierta sin resultados concluyentes sobre móvil ni autoría.
- Refuerzo policial visible en Leópolis y otras ciudades occidentales.
- Debate social sobre las causas profundas: guerra híbrida, polarización política interna o desestabilización extranjera.
- Repercusión internacional: preocupación en Bruselas y Washington sobre posibles implicaciones para la estabilidad institucional ucraniana.
| Hecho relevante | Detalle clave |
|---|---|
| Asesinato | Sábado 30 agosto 2025, Leópolis |
| Víctima | Andriy Parubiy (54 años) |
| Cargo | Ex presidente Rada Suprema / Figura clave Maidán |
| Modo operandi | Disfraz repartidor, arma corta, huida bicicleta eléctrica |
| Investigación | Abierta; sin autor identificado |
| Contexto | Guerra con Rusia; repunte violencia política |
Mientras Ucrania sigue defendiendo su integridad territorial ante Moscú, la muerte violenta de Parubiy recuerda que el frente interno también es volátil e imprevisible. Su figura deja una huella profunda tanto por su defensa firme del idioma como por su papel decisivo durante los momentos más críticos recientes del país. La pregunta sobre quién mató a Parubiy —y por qué— sigue abierta y marca un inquietante precedente sobre los riesgos que afronta cualquier liderazgo político en tiempos convulsos.
