No más Mentiras

Antonio García Fuentes

Ya todo fue dicho: Falta PRACTICARLO

Ya todo fue dicho: falta practicarlo

Aunque se escribiera ya hace mucho tiempo que, “los griegos lo dijeron todo”, pero los griegos eran “jóvenes”, en relación a las civilizaciones orientales más antiguas, incluida la africana de los egipcios; así toda la sabiduría que fue llevada a la escritura, es tan vieja en la historia que nadie sabe sus orígenes; pero el ser humano que llega a cierto grado de clarividencia, repite y sigue copiando “las esencias” de lo que seguimos creyendo sería, sino el perfecto estado “del hombre”, sí uno en que la mayoría de preocupaciones que nos atormentaron y siguen atormentando, desaparecerían en un estado de paz nunca logrado. “Oigamos lo que nos dice un sabio moderno, puesto que fue de nuestra era, sobre cosas en las que pensamos y obviamos en general”. Y he dicho “oigamos”, puesto que aun siendo palabras escritas, con un poco de imaginación, podemos transformarlas en sonidos que parten del alma de su autor.
“Nos habla Marco Aurelio y nos transmite sus pensamientos”.
“Cuando un hombre está inculcado de los verdaderos principios, la palabra más corta y hasta más corriente es suficiente para desterrar de su corazón la tristeza y el temor.
Ejemplo: “Como las generaciones de las hojas así son las de los hombres…” (Cita de La Iliada). Sí; tus amados hijos no son sino pobres hojas, hojas son también esos hombres que te aclaman con sinceridad aparente y te alaban o bien, al contrario, te maldicen y te molestan en secreto con sus reproches y sátiras; hojas igualmente aquellos que después de tu muerte evocarán tu recuerdo. Todas estas hojas que nacen con la primavera, el viento después las echa a tierra: enseguida el monte las reemplaza por otras. Pero el destino común es el de no durar más que un momento; y tú en todo temes y deseas como si todo fuese eterno. Todavía un poco más de tiempo, tú cerrarás los ojos, y aquel que te haya conducido a la tumba será llorado por otro a su vez”.
Terrible para la masa o mayoría, oír esto, pero es una verdadera sentencia de lo que en realidad somos el ser humano; y como verdad indiscutible, hay que aceptarla, sencillamente por cuanto otra opción no la hay; y poner resistencia a la misma es vivir aún en muchísimas más amarguras que nosotros mismos nos proporcionamos, cosa que evitaremos si aceptamos lo que de grado o a la fuerza tendremos que aceptar.
El sabio nos sigue diciendo cosas interesantes; y en otro de sus pensamientos nos dice:
“No hay ningún hombre que al morir puede alardear de no tener alguien cerca de él que se alegre de este funesto acontecimiento. Que este sea un hombre virtuoso y sabio, ¿no encontrará alguien que, al verle en su última hora, dirá: “por fin vamos a respirar, desembarazados de este moralista”? “Es verdad que no era riguroso para ninguno de nosotros, pero veíamos bien que en su fuero interno nos condenaba”. Esto tratándose de un hombre justo. Respecto a nosotros, ¡cuántos más motivos hacen desear a muchas personas verse libres de nosotros! Tú deberás pensar en esto a la hora de tu muerte; será mejor la pena al irte de aquí, porque podrás decir: “dejo una vida en la de aquellos con quien la repartía, por los que desean mi muerte, luego puede ser que esperen alguna ventaja”. ¿Por qué, pues, ese empeño de querer seguir aquí más tiempo? Sin embargo no por eso te vayas enfadado con ellos; sino como siempre, continúas dándoles pruebas de afección, de benevolencia, de indulgencia, no les abandones tampoco como si te arrancaran de esta vida. Ve, si no, cuando una muerte es dulce, cómo el alma se desprende tranquilamente de las ligaduras del cuerpo; tu separación de la sociedad de estos hombres debes hacerla con la misma tranquilidad. La naturaleza te había conservado unido a ellos; pero hoy te separa. Yo me separo de ella, en realidad, como de una familia, no obstante, sin dolor de corazón y resistencia, porque esta separación es un acto conforme a la naturaleza”.
Maravillosos consejos para conocer la realidad que nos ordena y de la que no podemos quitar nada en absoluto, por lo que la aceptación, es lo único que nos queda para vivir y morir en paz; el rebelarse sólo conduce a padecimientos mucho más duros y dolorosos; por ello es en nosotros mismos donde “debemos buscar siempre”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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