Virus chino, miedo y terror a la muerte

A la vista de la larguísima cuarentena, puesto que cuarentena son cuarenta y la que nos han impuesto ya pasa de los doscientos días; y “al virus chino”, no lo controlan; lo que nos dice bien a las claras, que siguen dando “palos de ciego”; y que “el virus sigue su camino”; sin que por otra parte, sea ni someramente tan mortífero como la historia nos cuenta fueron las verdaderas “pestes” y sus devastaciones. Comentaré, algunas cosas, que quizá pudieran paliar y mucho, ese canguelo creado por los políticos, más como “arma de dominio y control”, que por otra cosa; puesto que ninguno ha sido capaz aún, de decirle a las masas, que “no son inmortales”; que la muerte viene por infinitos motivos y que cada día, “nacen y mueren millones de monos humanos, por cuanto la vida es así; y la inmortalidad no existe ni aquí, ni en el resto del Universo; por lo que el nacer y el morir es tan natural, como la luz del Sol que nos alumbra y nos da la vida”. Y además, hay que tener presente que, “la mejor farmacia y el mejor médico”, nos lo da la propia naturaleza gratuitamente, y se conoce como, “nuestras propias defensas”, que siempre están en lucha “contra el invasor” y a la vista está con el tan temido virus chino, puesto que se contagian unas minorías muy minorías; y que la mayoría, lo vence y sale del mismo, y los muertos, son cantidad no preocupante, en relación a la población total; e igualmente, a otras enfermedades que también, “hacen su agosto” diariamente, cáncer, tabaco, alcohol, drogas, diabetes, etc. Y de las que sibilinamente no nos dicen los que mueren cada día. Veamos.
No trato de que se llegue a la convicción de aquellos frailes cartujos, que en el silencio, sobriedad y demás tristezas de sus claustros, al pasar y saludarse, el uno decía al otro… “Hermano morir habemos… y al que el interlocutor y al paso, le respondía… Ya lo sobemos”. Mejor recordar la enseñanza esperanzada de Pitágoras… “No le temáis a la muerte, es un tránsito y se pasa a otra vida”.
También, que la muerte, no distingue a ninguna “categoría” de monos humanos (tampoco al resto de animales); ya que por ejemplo, a un rey de Francia (cuyo nombre no me entretengo en buscar) de once o doce hijos que le nacieron, la mayoría de ellos no le llegaron a cumplir los diez años de edad; supongo que no le faltarían ni dinero ni los mejores médicos o medicinas de aquella Francia de hace siglos.
Más cercano a nosotros, la muerte de Alfonso XII (tísico) en el siglo XIX, le viene muy joven, y tampoco fue por falta de medios de todo tipo; aun así ni llegó a conocer a su único hijo y heredero; recordemos igualmente en esta familia, “las taras hereditarias, por la endogamia de las casas reales; por la consanguinidad y otros motivos; puesto que hasta la famosa y riquísima inglesa reina Victoria, tenía un hijo muy disminuido físico, y que mantenía oculto en sus reales “sitios”; la muy trágica muerte de la última familia real rusa, “los Romanov, cuyo heredero era hemofílico”; y así se podrían enumerar, cientos de “otros monos de grandes y selectas familias”, pero como se suele decir, sin meditar mucho en ello; “ante la muerte y la enfermedad, todos somos lo mismo”.
Las verdaderas pestes, epidemias o pandemias, incluidas las terribles hambrunas, y donde simplemente “se moría de hambre”; son plagas de las que no se habla, y algunas de ellas (hambres y miserias sanitarias) aún, asolan grandes áreas de esta “mierda de mundo”; y estas de ahora, simplemente son culpa de, “selectos monos humanos, que las provocan o las ignoran, teniendo disposición de medios para que no fuera posible, tanta mortandad”; pero ya digo, esto se calla, no interesa airearlo mucho, salvo para pedirnos dinero al que se supone lo tiene; para que particularmente lo done. Ya hasta se pretenden “herencias legales”, anunciadas en TV, para remediar, lo que se podría arreglar, sin tanto “limosneo, que nunca acaba con esos pobres, sencillamente, porque si se acaba el motivo, nada tendrían que hacer los buenos y actuales samaritanos”.
Y Por último sepa el que no lo sepa, que las pestes del siglo XIV, acabó con la tercera parte de los habitantes de la Europa de entonces; o sea que de cada tres, murió uno o más. Que la plaga de la epidemia de “gripe” (mal denominada española) tras la primera guerra mundial; mató más gente que la propia guerra mentada.
Y de las “hambrunas”, aquí en España sabemos bastante sobre ello; y la última, fue motivada por la maldita guerra civil de 1936-1939 y muchos años después: dónde ni se sabe, la cantidad de españoles que murieron simplemente de hambre, o por la desnutrición de no haber podido comer ni lo mínimamente necesario.
Y de las guerras antiguas; se sabe que la famosa española, “de las Navas de Tolosa” (dónde se dirimía el Islán en Europa o echarlo de ella) arrastró, tal desolación, en territorio hispano; que las hambres mataron más españoles que murieran en aquella “gran batalla”… ¿motivos? En esas épocas, los ejércitos se alimentaban, de lo que robaban al paso de los mismos, y arrasaban de alimentos conservables, ganados y el pillaje consiguiente de todo lo que de valor cogían, puesto que el primero a comer, era “el rey, sus caudillos y sus mesnadas”, el resto no tenían valor alguno. Cosa que de alguna manera, se viene repitiendo hasta hoy, y lo podemos apreciar, en la gran cantidad de debastaciones que se hacen, sobre la base, de mentiras criminales; puesto que toda guerra, lo que pretende, es un botín inmenso para unas minorías, que hoy, no se juegan el pellejo; que y por ejemplo en la que cito de las Navas de Tolosa, sí que lo arriesgaban y muchos se quedaban en el campo de batalla.
Y en cuanto a lo que me hace escribir esto, o sea el “virus chino y el terror que los políticos han metido en el cuerpo de las masas”; nada menos que el responsable de la sanidad y plagas, norteamericano, desde Reagan hasta el de hoy mismo presidente Trum; en recientes declaraciones a la revista EL SEMANAL; nos da una opinión real de lo que es el virus, e incluso afirma, que las vacunas y cuando se disponga de ellas, no garantizan totalmente la inmunidad del mismo; pueden leer lo que afirma (está en la red), quién es nada menos que, la primera autoridad, en un país tan importante y rico, como es el norteamericano.
¿Entonces hay motivo a tanto miedo, cuando no terror, a la enfermedad (cualquiera de ellas que son mortales)¸ yo creo que no, simplemente, pensando en dos cosas, dos sólo… “una que abriendo un grifo tenemos la mayoría agua corriente y aún caliente infinitamente más de la que necesitamos… y dos, los contenedores de basuras, contienen hoy casi o más, alimentos de los que consumimos”; piensen en el resto, y vivan sino felices, al menos contentos de “haber nacido en esta parte del mundo”; el que dicho sea de paso, se lo están cargando los de siempre, “la avaricia y la inutilidad de los que dicen gobernarnos”; compadezcámoslos: Amén.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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