A alg uien se kle tiene que caer el pelo, porque lo ocurrido no es de recibo.
La policía de Long Beach (California) ha informado a través de sus redes sociales de la pérdida de unos de sus compañeros.
Ozzy, un perro policía del cuerpo, murió el pasado 14 de agosto de 2019 en el interior de un coche oficial.
El agente con el que trabajaba el can fue quien se encontró al animal.
Según un comunicado facilitado por la policía, el animal falleció a causa de la calor generada en el interior del vehículo, a pesar de que los coches oficiales disponen de un sistema de alarma elaborado para estas ocasiones.
The #LBPD is extremely saddened to announce the death of K-9 Ozzy. At the time, Ozzy & his handler were both off-duty and Ozzy was inside the officer’s department issued K-9 vehicle. The death was immediately reported to the LBPD and a review into the circumstances was initiated. pic.twitter.com/VMy6xBk3Gv
— Long Beach PD (CA) (@LBPD) August 23, 2019
La Policía ha anunciado que se llevará a cabo una investigación para esclarecer los hechos y determinar si la alarma pudo haber fallado.
«Se evaluará este trágico accidente para asegurar que no se vuelva a repetir».
«Nuestro departamento está de luto por la pérdida de Ozzy como haríamos con cualquiera de nuestros empleados».
LBPD’s Statement Regarding K-9 Ozzy’s Death pic.twitter.com/VU7dYwB9V0
— Long Beach PD (CA) (@LBPD) August 23, 2019
Asimismo, se ha decidido revisar todos los vehículos de las patrullas K-9, en la que viajan los perros policía, y examinar los sistemas implantados en estos coches para prevenir el calor acumulado en el interior.
El suceso tuvo lugar alrededor de las 15:30 horas de la tarde, cuando el agente de policía y el perro fallecido se encontraban fuera de servicio, aunque podían utilizar el coche oficial para desplazarse.
