‘Pasapalabra’ se ha coronado como uno de los concursos más valorados de la televisión que reúne diariamente a miles de espectadores. El espacio ya consiguió grandes datos de audiencia desde que se estrenó en la pequeña pantalla de la mano de Antena 3 y este fue uno de los motivos por los que Telecinco se fijó y se lo arrebato a la competencia.
Años después la historia volvía a su inicio: una demanda de la productora que tiene los derechos de emisión de este formato a nivel internacional hizo que la principal cadena de Mediaset tuviera que dejar de emitirlo hace varios meses. El show salió a “concurso” —nunca mejor dicho— y fue Atresmedia la que se hizo con los derechos.
Se lo contamos en Periodista Digital, la jugada le salió de sobresaliente a Antena 3 por dos razones: la primera porque gracias a este programa puede presumir de haber hecho récords de audiencia.. Pero la importancia de ‘Pasapalabra’ va más allá, tal y como recoge El Periódico, y es que el concurso se emite apenas unos minutos antes del informativo de la noche. Y todas las cadenas quieren liderazgo de audiencia en esa franja para poder presumir de que sus informativos son los más vistos.
Y desde hace meses se lleva el trofeo el presentador de la segunda edición de las noticias de Antena 3, Vicente Vallés.
Pero no es todo alegría… en Atresmedia han saltado las alarmas por las quejas de los espectadores. Tal y como recoge el citado medio, el formato no está viviendo —al menos en redes sociales— su mejor momento. La audiencia sigue siendo buena. Los espectadores de este formato siguen logrando cada día el minuto de oro (ser lo más visto de todos los canales de las 24 horas del día). Pero ya no llegan a los cuatro millones de espectadores. Se ve claramente lo que sucede si se analizan los comentarios que los espectadores de ‘Pasapalabra’ ponen en las noticias o en los tuits del programa.
«Los telespectadores deberíamos abandonar Antena3 de 20.45 a 21.10 horas. A mí por lo menos me aburre escuchar tantas veces ‘pasapalabra’, es una tomadura de pelo hacia los espectadores. Las reglas del concurso deben cambiar si no quieren perder audiencia», aseguraba una espectadora haciendo clara referencia al momento en el que se emite el rosco. Los que respaldan esta teoría crítica con el formato aseguran que todos los días los concursantes, y en especial Pablo Díaz, pasan demasiado palabra y por lo tanto «juegan» poco. Además aseguran que se favorece a unos concursantes frente a otros que quizá son menos mediáticos.
«Muchos asiduos hemos dejado de verlo», aseguraba otro espectador también crítico. «Los pasapalabras en los 15 minutos finales por estrategia deberían estar penalizados», aseguraba este espectador en otro comentario en las redes sociales.
¿‘Vencerán’ los espectadores y las quejas cambiarán las reglas del concurso del rosco? Si la audiencia sigue esa tendencia a la baja, seguro que sí.