El ministro francés de Educación, Luc Chatel, rozó el ridículo hace unos días al advertir a los jóvenes que «manifestarse es peligroso». Ayer, la revuelta contra el recorte de pensiones se reforzó entre los estudiantes de institutos de secundaria, hasta el punto de que asumieron el liderazgo de la protesta, por delante de las huelgas de asalariados …
Lea el artículo completo en www.publico.es