La XXVIII Conferencia de Presidentes celebrada este viernes, 6 de junio de 2025, en Barcelona, maquinada por Pedro Sánchez para potenciar su imagen, le ha estallado debajo del culo al atribulado marido de Begoña.
Lo que estaba diseñado por La Moncloa y sus gurúas como un ejercicio de promoción institucional y una demostración de pluralidad lingüística favorable al Gobierno Frankenstein, acabó transformándose en un escenario de confrontación política donde el amo del PSOE salió claramente trasquilado.
La decisión de permitir el uso de lenguas cooficiales con traducción simultánea, lejos de proyectar una imagen de España diversa e inclusiva, ha servido como catalizador para una rebelión coordinada de los barones del Partido Popular, encabezada sin lugar a dudas por la siempre imaginativa Isabel Díaz Ayuso, que aprovecharon la ocasión para pedir elecciones anticipadas y cuestionar la legitimidad de un Ejecutivo cada vez más debilitado.
Lo que el socialista Sánchez no vio venir fue la estrategia perfectamente orquestada por los presidentes autonómicos del PP.
Según ha podido saberse, los 13 mandatarios populares pactaron previamente un movimiento coordinado que descolocó por completo al presidente del Gobierno.
Uno tras otro, desde Juanma Moreno hasta Isabel Díaz Ayuso, pasando por Marga Prohens, Alfonso Fernández Mañueco y Jorge Azcón, utilizaron sus escasos diez minutos de intervención para solicitar la convocatoria de elecciones anticipadas, argumentando que la legislatura está agotada.
Este movimiento sincronizado, diseñado como antesala de la manifestación convocada para este domingo en la Plaza de España, rompió por completo los esquemas del presidente.
Sánchez, visiblemente contrariado, intentó recomponerse aprovechando la propuesta del asturiano Adrián Barbón de celebrar el próximo cónclave en el Principado para afirmar que «la intención del Gobierno es respetar los tiempos de la democracia y celebrar las próximas elecciones en el año 2027, cuando tocan».
🔴Ayuso se ha negado a darle dos besos a Mónica García por haberla llamado esta asesina.
Además, se ha levantado de la conferencia de presidentes en cuanto el presidente vasco se ha puesto a hablar en euskera.
Bien por Ayuso, es la única que sabe cómo hacerle oposición a este… pic.twitter.com/g9xpdXT6fO
— Emilio MM (@Emilio_M_M) June 6, 2025
Ayuso y el «pinganillazo»: la polémica que eclipsó todo
Si algo ha marcado esta Conferencia de Presidentes ha sido la actitud de Isabel Díaz Ayuso respecto al uso de las lenguas cooficiales. La presidenta madrileña, fiel a su palabra, abandonó momentáneamente la sala cuando el lehendakari Imanol Pradales empleó el euskera y el catalán en su intervención, y también durante la intervención en catalán del presidente de la Generalitat, Salvador Illa.
«En lugar de defender el español en todos los rincones, lo que hacen es utilizar el catalán, la lengua de los catalanes, para hacer provincianismo con el secesionismo catalán, que es una corruptela que no pienso pagar», había advertido Ayuso previamente en la Asamblea de Madrid. Ya en rueda de prensa tras la Conferencia, la presidenta madrileña calificó el episodio como «una farsa» y defendió su «libertad para ser coherente».
Lo curioso del caso es que Ayuso no abandonó la sala cuando intervinieron en gallego el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ni cuando lo hizo en asturiano el presidente de Asturias, Adrián Barbón. Este comportamiento selectivo no pasó desapercibido y generó críticas desde diversos sectores.
Desde Lehendakaritza calificaron la actitud de Ayuso como «intolerable» y la consideraron una falta de respeto no solo al lehendakari, sino también «a los miles de euskaldunes y al pueblo vasco en su conjunto». Por su parte, el Gobierno central censuró la forma de proceder de la presidenta madrileña calificándola de «falta de respeto y de educación».
Es muy cachondo que a Ayuso se la llame enferma, loca, IDA, asesina, ultra,nazi, mongola o sinvergüenza pero a la que acusan de crispar sea a ella por negarse a dar dos besos a quien se lo llama
Aquí, la “inocente” Mónica Garcia, otra vez más en acción👇
pic.twitter.com/YZNTSt7A34— Jose Valdés (@JoseValds13) June 6, 2025
El coste de la diversidad lingüística
Otro aspecto que ha generado polémica ha sido el coste económico de la traducción simultánea. Según ha trascendido, el Gobierno contrató a la empresa ‘Altalingua’ para proporcionar el servicio de traducción simultánea de las lenguas cooficiales durante la Conferencia.
Los críticos con esta medida, como el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, han calificado el uso de los pinganillos como una «parafernalia nacionalista para contentar a los socios» del jefe del Ejecutivo. Por su parte, Salvador Illa defendió que los pinganillos representan un «paso adelante», ya que estas lenguas son «un patrimonio de todos», y concluyó que «entender esto es entender España».
El tenso encuentro entre Ayuso y Mónica García
La Conferencia también fue escenario de un desagradable encontronazo entre Isabel Díaz Ayuso y la ministra de Sanidad, Mónica García. Según fuentes del Ministerio, la ministra intentó saludar a Ayuso de manera institucional, pero la presidenta madrileña reaccionó con hostilidad, cuestionando si aún «pretendía darle un beso a una asesina».
Esta referencia aludía a declaraciones recientes de Más Madrid que acusaban al PP de firmar «protocolos de la vergüenza» responsables de la muerte de 7.291 ancianos durante la pandemia. La situación llegó a tal punto que el equipo de protocolo tuvo que intervenir para separar a ambas dirigentes.
La posición de otros presidentes autonómicos
No todos los presidentes autonómicos del PP siguieron la estela de Ayuso. El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, realizó una breve intervención en gallego «reivindicando que en su tierra tienen una lengua propia de la que están muy orgullosos», aunque posteriormente pasó a hablar en castellano «en un gesto de entenderse sin intermediarios con el resto de líderes autonómicos».
Por su parte, la presidenta de Baleares, Marga Prohens, habló parcialmente en catalán durante su intervención, desmarcándose claramente de la decisión de Ayuso de abandonar la reunión. Esta diversidad de posturas dentro del PP evidencia que, pese a la estrategia común de solicitar elecciones anticipadas, existen matices importantes en cuanto al enfoque sobre las lenguas cooficiales.
Un marco legal difuso
Un aspecto relevante de esta polémica es que el uso de las lenguas cooficiales «no está en el Reglamento de la Conferencia de Presidentes» y «no existe soporte legal para la medida a pesar de ser idiomas reconocidos». Sin embargo, el artículo 3 de la Constitución Española establece que las lenguas distintas del castellano «serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos».
Esta ambigüedad normativa ha permitido que cada parte interprete la situación según sus intereses políticos, convirtiendo lo que debería ser un debate sobre eficiencia comunicativa en una batalla ideológica sobre la concepción del Estado.
Las consecuencias políticas
La Conferencia de Presidentes ha dejado un panorama político aún más crispado. El PP ha conseguido mostrar unidad en su petición de elecciones anticipadas, mientras que el Gobierno ha quedado a la defensiva, incapaz de imponer su agenda en un encuentro que pretendía ser una demostración de fortaleza institucional.
La estrategia de Sánchez de utilizar la diversidad lingüística como elemento de cohesión ha terminado volviéndose en su contra, proporcionando a la oposición una plataforma perfecta para escenificar su rechazo frontal a las políticas del Gobierno.
¿Y ahora qué? La manifestación convocada para este domingo en la Plaza de España servirá para medir la capacidad de movilización del PP tras este episodio. Mientras tanto, Sánchez se enfrenta a una legislatura cada vez más complicada, con un apoyo parlamentario frágil y una oposición envalentonada que ha encontrado en la cuestión lingüística un filón para desgastar al Gobierno.
Curiosidades sobre la Conferencia de Presidentes
La XXVIII Conferencia de Presidentes ha sido la primera en permitir el uso de lenguas cooficiales con traducción simultánea, marcando un precedente que, lejos de normalizar la diversidad lingüística, ha abierto una nueva brecha política.
Resulta llamativo que la presidenta de Baleares, Marga Prohens, del PP, utilizara el catalán en parte de su intervención, desmarcándose así de la postura más radical de Ayuso, lo que evidencia las diferentes sensibilidades que existen dentro del partido respecto a la cuestión lingüística.
También es significativo que el asturiano, que no tiene estatus de lengua cooficial, fuera utilizado por Adrián Barbón en su intervención, en lo que él mismo definió como «una muestra de reconocimiento a esa lengua que se habla muchísimo en esta tierra».
Por último, cabe destacar que esta Conferencia de Presidentes pasará a la historia no por los acuerdos alcanzados ni por los temas tratados, sino por haber convertido los pinganillos en un símbolo de la fractura política española. Un elemento técnico diseñado para facilitar la comunicación ha acabado convirtiéndose en la perfecta metáfora de una España que, incluso cuando intenta entenderse, termina por acentuar sus diferencias.
