Hay de todo, como en botica.
Y mucho listo.
También indocumentados y caraduras.
El Congreso de los Diputados parece cada legislatura más un escaparate de trayectorias diversas que un aula magna de la Universidad Complutense.
La publicación de las fichas oficiales de los 350 diputados, a fecha 26 de julio de 2025, revela una realidad inesperada: 184 parlamentarios no tienen ninguna mención de formación universitaria en sus perfiles públicos.
El hemiciclo, por tanto, está lejos de ser el club exclusivo de licenciados que muchos ciudadanos imaginan.
Entre quienes sí presumen de títulos, predominan las licenciaturas en Derecho, con 27 diputados, seguidas por doctorados (7), licenciaturas en Filosofía (2), Ingeniería Química (2), Medicina y Cirugía (2), Geografía e Historia (2), Farmacia (2), Ingeniería Técnica Agrícola (2) y Administración y Dirección de Empresas (2). El resto de titulaciones se dispersan entre ciencias sociales, humanidades y alguna sorpresa de última hora.
Por grupos parlamentarios, las cifras ofrecen matices:
- VOX lidera el ranking de formación universitaria, con un 60,6% de diputados titulados.
- Sumar y Partido Popular siguen de cerca, con un 52% y un 51,8%, respectivamente.
- PSOE, pese a ser la segunda fuerza, apenas llega al 41,7% de diputados con estudios superiores detallados.
- El Grupo Mixto cierra la tabla con solo un 30%.
¿Significa esto que la política es un refugio para quienes no han pisado la universidad? No necesariamente: el sistema permite el acceso al Parlamento sin requisitos formativos, y la política, a diferencia de la física cuántica, no exige titulación previa.
Pero el dato invita a una reflexión sobre la representatividad y la profesionalización de nuestros representantes.
Al INGENIERO Patxi López un día le preguntaron si conocía el Principio de Arquímedes y respondió: "depende de cuál de ellos".
No te rias, solo haz repost y que se joda. pic.twitter.com/R3BzNIBBSc
— jhoncrack🇪🇦 (@Jhoncrack_5) July 25, 2025
El analfabeto Patxi López y el Principio de Arquímedes
En el apartado de anécdotas académicas, Patxi López ha pasado a la posteridad por un episodio tan célebre como el del “Principio de Arquímedes”.
El actual portavoz socialista en el Congreso fue presentado durante años en distintas biografías como “ingeniero industrial” o “con estudios en Ingeniería Industrial”.
Sin embargo, nunca obtuvo el título, lo que no le impidió defender con vehemencia leyes y conceptos que, en ocasiones, le llevaron a confundir el Principio de Arquímedes con una receta de cocina.
Este tipo de imprecisiones son frecuentes en el hemiciclo. La fórmula “con estudios de…” se ha convertido en un clásico del currículum político español, una especie de comodín para cubrir lagunas formativas sin incurrir en el perjurio explícito.
De hecho, López no es el único: otros nombres destacados, como Miguel Iceta (PSC-PSOE), han sido promocionados a altos cargos con el mero bagaje del bachillerato, mientras que la carrera universitaria quedaba inacabada.
Profesión: Ingeniero industrial 🤣🤣🤣🤣
-Patxi, conoces el principio de Arquímedes?
-Sí, el principio es la A y el final la S https://t.co/LEyGln4Uo2— Benjamín López (@benjalh1971) July 25, 2025
Currículums hinchados: una epidemia transversal
El caso más reciente que ha sacudido la Cámara Baja es el de Noelia Núñez (PP), quien reconoció públicamente que los estudios universitarios reflejados en su perfil del Congreso no estaban finalizados.
Pese a su explicación –“Nunca he tenido intención de engañar a nadie”–, el PSOE exigió su dimisión, reavivando el debate sobre la veracidad de los currículums en política.
No es un fenómeno exclusivo de la derecha. El historial de los socialistas y sus compinches rebosa de “licenciaturas” y “doctorados” que nunca llegaron a término, como el de Elena Valenciano, presentada en Europa como doble licenciada cuando en realidad no concluyó ninguna carrera.
Carmen Chacón se autodenominó “doctora en Derecho” sin serlo, y la vicepresidenta catalana Joana Ortega colgó la orla en Psicología pese a faltarle dos asignaturas.
- Pilar Rahola llegó a figurar en su web con dos doctorados, aunque en catalán prefería hablar de licenciaturas.
- La “titulitis” no entiende de siglas: el fenómeno es transversal y afecta a todos los partidos, aunque el PSOE atesora una colección de casos particularmente sonados.
Los fake de Sánchez y la leyenda de Begoña ‘catedrática’
En el capítulo de los fake más sonados destaca el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuya tesis doctoral fue objeto de polémica por sospechas de plagio y por la opacidad en su acceso. A la sombra de Sánchez brilla, o más bien chisporrotea, la figura de Begoña Gómez, su esposa.
A Gómez se la ha llegado a presentar como “catedrática” en foros internacionales y en algunos perfiles institucionales, pese a que ni ostenta esa categoría académica ni ha superado el exigente proceso de habilitación universitaria en España.
La confusión, alimentada por notas de prensa y presentaciones públicas, ha generado situaciones tan surrealistas como la de verla sentada en mesas de expertos con el rótulo de “profesora titular” o “directora de cátedra”, títulos que en el mundo universitario tienen un significado muy concreto y que, en su caso, no se corresponden con la realidad administrativa.
El asunto ha alimentado la rumorología mediática y los memes en redes sociales, donde no faltan las comparaciones con otros “catedráticos exprés” de la política española.
Una Cámara de contrastes (y alguna excentricidad)
En el otro extremo del espectro, algunos diputados sí pueden presumir de trayectorias académicas sólidas y verificables. Cayetana Álvarez de Toledo (PP) es licenciada y doctora en Historia por la Universidad de Oxford, mientras que Aitor Esteban (PNV) es doctor en Derecho y profesor universitario. Yolanda Díaz (SUMAR) acredita formación en Derecho y especialización en temas sociales y laborales, y Gabriel Rufián (ERC) tiene una diplomatura y un máster en Recursos Humanos.
La variedad es tal que el Congreso podría organizar desde una mesa redonda sobre derecho internacional hasta un taller de “cómo mejorar tu perfil de LinkedIn sin despeinarse”. Todo es cuestión de encontrar el escaño adecuado.
Datos curiosos
- El récord de diputados sin titulación universitaria reconocida se mantiene estable legislatura tras legislatura, pese a la presión social por mejorar la formación de los políticos.
- El Principio de Arquímedes sigue siendo un misterio para algunos portavoces, aunque no para los físicos del CSIC.
- La expresión “con estudios de…” se ha consolidado como el eufemismo favorito para inflar currículums sin riesgo penal.
- En la web del Congreso, algunos diputados aparecen con títulos tan genéricos como “profesional de la comunicación” o “asesor”, sin más detalles.
- La Cámara Baja es, sin duda, el único lugar de España donde el título de “catedrática” puede depender más de la voluntad política que de la excelencia académica.
