Consuelo Sánchez-Vicente – Optimismo (han leído bien)


MADRID, 2 (OTR/PRESS)

No lo entiendo. Hay otros 84.985 desempleados más en agosto. Y la Seguridad Social pierde otras 142.244 afiliados. En la cola del paro del INEM ya hay 3.629.080 almas. Pero la vicepresidenta económica Elena Salgado se declara «preocupada pero más optimista» hacia el futuro porque la tendencia es hacia una «desaceleración del crecimiento del desempleo». Preocupada, pero ¡optimista!. Preocupada, se entiende, que la responsable económica de un país cuya cola del paro dobla de largo la media de nuestros socios de la UE. Se muestre preocupada parece lo normal. Pero ¿optimista? ¿De qué? ¿Habrá palabra más inapropiada que «optimismo» para la evolución del paro en España?

Antes de reunirse en Bruselas con sus colegas de la UE, Doña Elena ha achacado su optimismo, no a que vayamos bien sino a que vamos menos mal. O sea, a que este agosto el paro ha subido menos que el agosto pasado. Tras recordar que agosto es tradicionalmente un mes malo para encontrar empleo incluso en los años buenos porque las contrataciones de la temporada estival se hacen antes por los tres meses del veraneo, cosa que es verdad, la vicepresidenta económica se ha agarrado al clavo ardiendo de la serie estadística del INEM para explicar que, pese al repunte de agosto «estamos en una desaceleración del crecimiento del desempleo», y «podemos ser, creo, más optimistas de cara al inmediato futuro»

Me van a perdonar que me ponga en el lugar de personas cuya tragedia íntima apenas podemos imaginar los que tenemos el privilegio de tener trabajo, pero flaco consuelo me parece a mí esto de la «tendencia» para esos ya 3.629.080 millones de parados de nuestro país. Y lo peor es que la vicepresidenta la invoca como quien invoca a Manitú, como esperando que se obre la magia del empleo. Una vez más, sin aportar más medidas para modificar la realidad sangrante del paro que el recurso partidista a la demagogia del subsidio. El aumento del paro de este agosto es el segundo peor dato en este mes desde el año 1996, que es cuando empezó el actual modelo de recuento del INEM. Y ha vuelto a subir después de tres meses bajando gracias a la conjunción astral más favorable desde que empezó la crisis, la suma de la temporada turística y el Plan E. No se que asusta más, la crisis o el «optimismo» de Salgado. Si se sigue aplazando la reforma laboral el paro pinta, simplemente, color hormiga, y el gobierno parece no querer verlo.

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