José Luis Palacios: «ZP quiere salvar su “cucu”, ¡ni mediador ni intercesor!»

José Luis Palacios: "ZP quiere salvar su “cucu”, ¡ni mediador ni intercesor!"

Que Zapatero (ZP) será recordado, en la “historia chica de España”, como un Presidente de Gobierno “mediocre” es archisabido, y que su credibilidad política se volatilizó allá por 2009 es otra certeza evidente, incluso para los “jóvenes preparados” de hoy en día. Sin embargo, no son muchos los que afirman conocer los valores macroeconómicos de la España de 2004, cuando “bambi” alcanzó la Presidencia del Gobierno relevando a Aznar. El flamante Presidente, con decisión, posó el pie izquierdo en la escalinata de La Moncloa disfrutando de una economía que crecía al 2,9% y con un paro que rondaba el 11,2%; y en el año 2011…, cuando la Presidencia del Gobierno pasó a manos de Rajoy, ZP le endiñó, “vivitos y coleando”, el legado de 5.273.600 desempleados; la tasa de paro la catapultó al 22,85 %, ¡la duplicó! Y llegaron, antes de su ansiada despedida, los “hachazos” a aquellos bolsillos temblorosos de los funcionarios y pensionistas. Tanto fue así que ambos colectivos aún no ha logrado recuperarse económicamente, y, para colmo, les toca enfrentarse a los despilfarros de las políticas de Sánchez&Iglesias.

ZP, tras las elecciones de 2011, desapareció durante una temporada de la vida pública; “bambi” pastaba alegremente por las dehesas de la Administración del Estado.

En su marcha apresurada de la Moncloa no se olvidó de la foto que lo inmortalizó, una instantánea en compañía de su admirado Presidente de EE.UU; sus “niñas góticas”, su señora al ladito de Michelle, el presidente Obama y él (toda la familia de “negro riguroso” en la Casa Blanca y que, a no mucho tardar, si ganan los Demócratas en las próximas elecciones de USA, cambiará de nombre por el de la “Casa Negra”, atendiendo a eso del racismo); y, de sopetón, por germinación espontánea, apareció “bambi” y su “careto” por Caracas hacia finales de 2015. La misión asignada al “agente secreto ZP” era trascendental, de vida o muerte: “Observador en las elecciones parlamentarias venezolanas”. Y allí, en aquel país maravilloso, ZP fue tentado por uno de los demonios bolivarianos más preparados, la “vanidad y la avaricia”; y, tras una lucha encarnizada, de unos diez segundos, el agente, fornido de moral y ética, sucumbió.

A ZP, allá en la República Bolivariana de Venezuela, se le abrieron nuevamente, y de par en par, las puertas de los toriles, después de haber esperado paciente, enchiquerado como “animal político”, más tiempo de lo que él deseaba. Y sin pensarlo dos veces saltó a la “plaza política”, con la idea de retomar los pasos de su encumbrado Felipe González, y sin inmutarse en el “tercio de varas”, tras el puntapié en el culo que le propinaron los españoles en 2011, entró en el “tercio de banderillas”, donde lo esperaban los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge, y algunos opositores venezolanos.

Pero allí, en las plazas iberoamericanas, muchas veces dos más dos no suman cuatro, y ZP, quien se autocalificaba como “demócrata social”, comenzó a fantasear con la posibilidad de un indulto político popular tras su embestida firme y democrática contra el “matador” Nicolás Maduro. Pero el paso del tiempo nos hizo ver que la embestida no fue tal; el “manso” ZP entró al trapo rojo de Maduro con tan poco brío que, hoy por hoy, el “príncipe de Delcy”, está considerado un “lacayo” de Maduro. El “cordero socialista” se vendió por una mísera mina de oro, explotada por niños y niñas; tal y como declaró la exsenadora colombiana y aliada chavista Piedad Córdoba. Quien afirmó que «hay una persona ayudando que es Zapatero y muchos de nosotros empujando, de cara a su principal objetivo en Venezuela: la supervivencia del ‘hijo de Chávez’ en el poder».

Actualmente, a ZP se le relaciona, no sin motivos ciertos, con el que fuera su embajador en Venezuela, Raúl Morodo, quien está acusado, junto a su prole, de formar parte de una trama con cobro de comisiones millonarias, sobornos y blanqueo de dinero procedente del narcotráfico venezolano. Y, para colmo, ahora, le implican con el caso “Delcygate”, USA le ha puesto el ojo encima de la “chepa” por algunos problemillas de narcotráfico y Juan Guaidó lo más suave que le atribuye es que se ha aliado con el bando chavista y que es un antidemócrata; ¡vamos!, de todo menos “bonito”,
Ante esta serie de “historias para no dormir de Zapatero”, cabe hacerse una pregunta: ¿ZP está capacitado para mediar o interceder entre el PSOE Populista/Comunista de Sánchez&Iglesias y el PP de Casado?

ZP ha demostrado que, económicamente, eso de “mediar a medias” le va como anillo al dedo, verbigracia “Venezuela”. Su experiencia está contrastada; el más beneficiado de la “farsa mediación” ha sido él, obteniendo una “mina de miseria y sus buenos dólares blanqueados”.

Es evidente que ZP no cumple ni un solo requisito como “mediador”, ni en Venezuela ni en España: No es neutral, no facilita el diálogo para rebuscar una solución, ni busca alternativa al problema, ni define claramente el conflicto, ni empatiza con las partes para comprender sus intereses, ni gestiona la comunicación y, evidentemente, su objetivo no es “resolver las diferencias y mejorar las relaciones en el futuro de las partes”, su fin es llenar de “pasta gansa” sus bolsillos y…, “¡hasta luego, Lucas!”.

¿Y qué me decís si actúa como intercesor? ¿Os imagináis a un “ZP” pidiendo árnica a favor de algún personaje político? Yo no me imagino a Zapatero intercediendo a favor de nadie; y menos de Sánchez e Iglesias; estos “tres demonios de Tasmania” si pudiesen se devoraban.

En la reunión que mantuvo hace unos días ZP con el secretario general del PP, Teodoro García Egea, que se “se enmarca dentro de las reuniones que tiene con distintos líderes”, según Zapatero y el PP, el bicho depredador de “bambi” ni medió ni intercedió por nada ni por nadie. Más bien, creo que ZP, ante la tormenta del agobio judicial y político que se le aproxima, ha utilizado la reunión para intentar vender a plazos el “sillón de algún líder socialcomunista”, en colaboración íntima con un “tapado”, a cambio de la no intromisión del PP en sus asuntillos. La experiencia nos confirma que los partidos políticos pagan de forma desprendida a los traidores de cualquier color.

Con esta “mediación a la española”, el embajador venezolano, ZP, solamente busca una salida a su situación personal; anhela algo donde agarrase, aunque sea el rabo de una cebolla, para salir del infierno en el que él solito se ha metido. Quiere tener la posibilidad, como Pilatos, de lavarse las manos ante sus compinches, pues la posibilidad de que gobierne la “derecha” en un futuro próximo aumenta a pasos agigantados.

Si los ciudadanos, “agrupados por Partidos Políticos”, rompen los lazos de la disciplina y los más “cabreados” empiezan la lucha ciudadana, los dirigentes, ZP entre muchos otros, querrán tener asignado un papel en la tragicomedia que se avecina. ¿Y qué papel puede ser más deseado que el de pacificador, mediador o intercesor? Y, así, apoyándose en los hombros doloridos de los españoles y españolas “progresistas”, que son muchos/as, pues los “patriotas de derechas” no dejaremos que nos utilice como muletas, ZP querrá recuperar la posición política y social que ha perdido.

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