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El cambiarse de chaqueta
Cada día es su deporte favorito,
Que practica con la treta
De hacernos la puñeta,
Que es lo suyo, y aunque parece inaudito,
Que le llamen farsante le importa un pito;
No le inquieta la conciencia
Nada, con tal de seguir en la Moncloa,
El convertirse en la Agencia
De la Doblez, con tendencia
Desenfrenada de sí mismo a la loa,
Aunque tenga que poner cara de anchoa;
Si no de chaqueta, cuando
No se la pone, se muda la camisa,
Porque, estando al mando
De la Nación, nos va dando
Por el culo, pues, como vale una misa,
En dejar la Moncloa no tiene prisa;
Hasta incluso a veces
Muta cual camaleón, y tanto muta,
Que sin milagro sus heces,
Si no en panes y peces,
Los convierte para el Psoe en fruta
A tragar de buenas o a la fuerza bruta;
Con tanto vigor avanza
Cada día en esta porfía, que alcanza
Los síntomas de la Danza
De la Muerte, a ultranza
De que, en vez de un Gobierno con la alianza
Del Progreso, sea … ¡Un Gobierno-Venganza!.