Hablar bien del Gobierno,
¡Cómo no!, claro que me gustaría;
El no mandarlo al cuerno,
Hallar tan un solo día
Para no hacerlo, no hay tu tía;
Hablar del Presidente
De algo que le honre y por lo tanto bueno,
Es darse de repente,
Ni de trigo ni heno,
En un campo inmenso lleno de cieno;
De ello he dado fe,
No en una, en muchas ocasiones;
Y, cuando otra se dé,
Sin poner condiciones,
Claro que lo haré, me sobran riñones;
Pero hoy a quien le toca,
Es de este circo a la última mona,
Pues tema a la que enfoca
La luz de su persona,
Mucha mierda, fragancia de rosas poca;
Si algo en ella luce,
Son sus duras coces de ansiosa rucia,
Qu sueña con el cruce
Del macho que hoy acucia
A otra hembra, al menos, menos sucia;
Algo que al menos sea
¡coño!, más bueno, bonito y barato,
Más guapa y menos fea,
Si con miembra es el trato,
Pues ella guarra y atroz … ¡es un rato!
Nadie por un Gobierno de tal guisa,
Salvo por ella el Sánchez, deprisa,
Paga a gusto siquiera una misa,
Por mantenerse en el cargo … Premisa
Mayor para no perder su sonrisa
De Payaso, y ella de Papisa,
Que funde a quien su inopia le da risa.