Este lunes, 17 de febrero de 2014, Almudena Grandes en El País una columna titulada ‘El lado oscuro’ en la que arranca diciendo:
El paisaje de la corrupción se parece cada día más a una barraca de feria. Los trampantojos, las trampillas, las cajas de doble fondo, tan útiles para esconder elefantes como para sacar conejos de las chisteras, se multiplican por doquier. El chivo expiatorio evoluciona más deprisa que la telefonía móvil, hasta el punto de que ya casi nunca es una persona
Añade que:
Así, la crisis del Gobierno navarro está resultando ejemplar en el menos ejemplar de los sentidos. Con los datos en la mano, la vicepresidenta y consejera de Hacienda, Lourdes Goicoechea, protagoniza un episodio clásico de tráfico de influencias.
Y concluye:
Ahora, de lo que se trata es de la avidez del PSOE, dispuesto a pactar con ETA -¿matices?, ¿qué matices?- para robar el poder a los vencedores de las últimas elecciones. A mí me cuesta creer que no les dé vergüenza.