El debate deja un cadaver: Pedro Sanchez.
Último en casi todas las «encuestas» entre internautas, de todos los medios sin excepción de izquierda a derecha.
En cuanto al resto salieron vivos, unos más que otros y quien se suponía el más en riesgo y peligro, no solo salió vivo sino con plumas y cacareando. Hasta los «suyos», y sobre todo los «suyos», esperaban menos. Obtuvo beneficio. Rivera reaparecido con su exceso de agresividad contra el presidente que levanta ronchas, pero puede que le mejore un algo los ánimos e Iglesias bien para su parroquia, y en general para la izquierda de la que es dueño creciente, pero algo por debajo de la expectativa. Jugaba en el terreno que mejor domina: los platós. Quizás no saco todo el rédico que se esperaba, pero provecho si tuvo
Y bien los periodistas-conductores-moderadores. Blanco, Valles y Piqueras me han reconciliado con el oficio y he olvidado al penoso Campo Vidal de aquel «indecente» debate sin arbitro o peor, con un pasmao que no pitaba ni las coces. Si tuviera que quedarme con uno: Vicente Vallés. Sin desmerecer, el más acertado, oportuno e incisivo