Amy Goodman, directora de un programa llamado Democracy Now, tribuna para defender los afanes de los menos demócratas de este mundo
La encuesta de NC Report, que el diario español La Razón publicó el domingo pasado, confirmó lo que ya es evidente: Pablo Iglesias y su partido meteórico comienza a mostrar desgaste dentro de la escena política española.
Parece que sus febriles seguidores están perdiendo esa capacidad de contagio y los desencantados del bipartidismo están mostrando más cautela en eso de irse por fenómenos electorales que en sobrados casos la historia se encarga de mostrar como nefastos para sus pueblos.
A Podemos pareciera que sus fechorías le frenan… Está quedando atrás el fulgurante ascenso en mediciones y este febrero poco suertudo para Juan Carlos Monedero le coloca como causante del primer retroceso en intención de voto.
Aún no es mucho, pero un 0,7%, respecto a la encuesta de diciembre en la que alcanzó su techo electoral, es significativo.
Monedero, que ejerce como «número tres» de la banda, anda de bajo perfil dadas las graves trapisondas que se le han descubierto.
El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, trata de mitigar descontentos avisando que Monedero no participará en la campaña electoral andaluza, pero sí Pablo Iglesias e Íñigo Errejón y como si fuese una nimiedad anuncia:
«Monedero dará explicaciones sobre su situación fiscal en los próximos días».
Pero ¡ojo! los tíos se mueven, son infinitamente listos para embaucar y además cuentan con recursos económicos duros que les suministran el castrochavismo y esa izquierda canalla en fusión con el Irán terrorista.
Ya han comenzado sus movilizaciones contra la «Ley Mordaza».
Les significa mucho mantener la calle caliente porque eso da un «centimetraje» de prensa que les favorece. Los que de llegar al Gobierno de España no dudarán en impedirle a todo opositor su derecho a manifestarse públicamente, ahora se benefician de él y ya se sabe que las hordas de Podemos estarán presentes en un acto de calle contra la nueva ley de seguridad ciudadana («Ley Mordaza») el próximo 22 de febrero y que al igual que el castrochavismo ya las llaman «mareas».
Casi hay que decir como Galileo Galilei ante el tribunal de la Santa Inquisición: ¡Eppur si muove!
Esta misma semana, el de la coleta se fue a Nueva York. Se mueve tan bien que se buscó un premio Nobel en Economía para que avale sus teorías, tan catastróficas en las prácticas que de ellas se han hecho en Cuba y en Venezuela.
El pequeño Pablo salió junto a Joseph Stiglitz en una reunión en la Gran Manzana donde éste aseguró que España tiene «capacidades económicas que están muy por encima de sus resultados actuales» y defendió la construcción de una alternativa frente a las políticas de austeridad en Europa, por supuesto con la banda que asegura que puede…
También ya Pablo Iglesias se agenció una periodista norteamericana de extrema izquierda: Amy Goodman, directora de un programa llamado Democracy Now, tribuna para defender los afanes de los menos demócratas de este mundo, acosado por farsantes como los tiranos Castro, Hugo Chávez y sus herederos y por supuesto esa izquierda siniestra en maridaje con el islam terrorista.
Izquierda siniestra muy bien representada por Podemos. Cacarean una «Gran concentración» neoyorkina, que terminó por ser de «unas abarrotadas 200 personas».
Las mismas mentiras con algunas palabras distintas… Dicen estos farsantes:
«Es hora del sentido común, de recuperar la soberanía y la democracia. Juntos, claro que Podemos».
¡Ojo! pues son demasiado iguales los guiones.
Y en paralelo, el desquiciado Nicolás Maduro y el malsano Diosdado Cabello inician una extorsión descarada a las grandes empresas españolas como Repsol, BBVA, Mapfre, Air Europa, Iberia, Meliá y Telefónica amenazándolas con expropiarlas (en comunismos, expropiar es robar, no lo olvidemos) si no presionan a los medios de comunicación de España para que silencien de inmediato lo que califican como «campañas» mediáticas para dañar la imagen del propio Maduro y su adefesio de Gobierno, y el apoyo político, social y económico del chavismomadurismo a Podemos.
El desastre venezolano les embarra y qué decir de la catástrofe cubana, pero no obstante el de la coleta que les vendió tanto a los Castro como al chavismo y a los siniestros iraníes que él será el que les ponga a España y luego a Europa a sus pies, presiona.
Comienzan a captar a ambiciosos burgueses españoles, espanta miedos para algunos tontos. ¡Ojo! con eso también, no olviden que aquí muchos burgueses, empresarios, banqueros, editores, rectores, filósofos y vivarachos votaron por el muerto, a los pobres los captaron luego.