Siguen las sorpresas en torno a (Ceps), la Fundación de ultraizquierda ligada a Podemos, ha recibido en los últimos años apoyo económico por parte del Gobierno de Zapatero, de los Ayuntamientos de Córdoba y de Rivas Vaciamadrid -la localidad de la que fue concejal la exdiputada de IU Tania Sánchez- de la Diputación de Málaga y de la Universidad de Valencia, entre otras instituciones.
Según reconoce la propia organización en su página web, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) financió en 2007 el Programa de especialización en el ámbito Jurídico-Público en la República de Cuba.
La Aecid es una organización que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, al frente del cual estaba en ese momento como titular de la cartera Miguel Ángel Moratinos.
Del mismo modo también, entre 2003 y 2004 los Ayuntamientos de Córdoba y de Rivas Vaciamadrid financiaron un proyecto en Guatemala junto a la Fundación Guillermo Torriello cuyo título era la Capacitación de líderes políticos y sociales.
De ello dan cuenta Javier Romera y África Semprúm en ‘El Economista’, recordando que fue cuando Tania Sánchez, pareja del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, era asesora del grupo municipal de Izquierda Unida en la localidad madrileña, desempeñando el cargo de secretaria de organización del partido y siendo miembro de la dirección regional del mismo.
Según explica Ceps, que no tiene una relación orgánica con Podemos aunque si con sus líderes ya que son o han sido patronos de la misma, el objetivo era
«la elaboración de un programa y unos materiales didácticos sobre democracia y derechos humanos y realización de un curso de formación dirigido a líderes políticos y sociales, seguido de actividades de socialización en barrios de Ciudad de Guatemala (Guatemala)».
Otros proyectos
En los últimos años, la Universidad de Valencia, centro en el que trabaja como profesora la actual secretaria de Ceps Adoración Guaman, ha financiado también distintos proyectos en Cuba, Ecuador y Guatemala, El Salvador mientras que la Diputación de Málaga lo ha hecho en Bolivia. Son todos programas de cooperación con los que, sin embargo, Ceps pretendía hacerse fuerte en Latinoamérica.
A su vez, la Generalitat de Valencia cofinanció junto con Ceps un proyecto de Consolidación del Instituto de Formación y Estudios Políticos para el Desarrollo Local en Ecuador en el curso 2008/2009.
«Los procesos progresistas de América Latina observan estupefactos los acontecimientos que vive la periferia europea. América Latina sabe muy bien lo que es ser periferia en plena gestión neoliberal del sistema capitalista y conoce en sus propias venas el padecimiento de todas las políticas de ajustes y programas estructurales»,
explica Ceps en su web, que pone como ejemplo los gobiernos de Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Kirchner en Argentina, Evo Morales en Bolivia o Rafael Correa en Ecuador como un punto de inflexión en la región.
«Hoy, América Latina progresista va convirtiéndose en otro polo mundial, con mayorías representadas en democracias dinámicas, siendo una región cada vez menos dependiente, con nuevas relaciones geopolíticas, y con un desafío pendiente: integrarse bajo un principio básico de la justicia, tratamiento desigual de los desiguales para una convivencia más equitativa»,
dice la Fundación, para la que han trabajado o formado parte de su directiva Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Alberto Montero o Luis Alegre que recibió 150.000 dólares del Ministerio de Cultura de Venezuela como premio a su contribución al estudio El orden de El Capital. La Fundación ha recibido 5,2 millones de euros desde el año 2002 de los Gobiernos de Venezuela y Ecuador, la gran mayoría por parte de los Gobiernos de Chávez y Maduro, por labores de asesoramiento.
Viajes y hoteles
En concreto, los acuerdos de colaboración firmados entre el Gobierno de Venezuela y la Fundación Ceps servían de vehículo para llevar a los patronos de Ceps al país bolivariano para que ejercieran de asesores.
Así, según el plan de actuación aprobado en 2014, los trabajadores de la Fundación irían a Venezuela para «supervisar» y prestar apoyo a los proyectos y estudios que allí se estaban llevando a cabo.
Así, los más de cinco millones que la Fundación ha recibido del país que preside Maduro se ha gastado en billetes de avión, hoteles de lujo, tal y como publicó ABC, dietas, llamadas internacionales. En este sentido, en un contrato suscrito entre Ceps y el Ministerio del Poder de Venezuela recoge en el párrafo dos:
«Esta cantidad (320.000 dólares) cubre los costos de los pasajes aéreos España-Venezuela, la retribución de cada uno de los expertos, los viáticos los costos de alojamiento en Caracas, las comunicaciones internacionales y los costes de gestión del proyecto».
