Santiago Abascal, ex diputado del PP en el País Vasco y presidente de DENAES, acudió este 27 de noviembre de 2013 a El Gato al Agua para contar por qué, tras una «reflexión personal» de seis años, ha decidido abandonar el Partido Popular, como dio a conocer horas antes. —‘Rajoy preside la tercera legislatura de Zapatero. Su inmovilismo es nefasto’—
Abascal aseguró que «ha habido un alejamiento paulatino de la cúpula popular desde el Congreso de Valencia» porque Mariano Rajoy y el resto de dirigentes «han dado la espalda y defraudado a la base social», «traicionando los ideales, la misión política histórica y el programa electoral», según informa Aníbal Ruiz en la web de La Gaceta.
«No me he distanciado de la base social, del programa electoral o de las ponencias políticas», matizó, para luego subrayar que «el rosario de excarcelaciones [tras la decisión de Estrasburgo de anular la Doctrina Parot] ha sido el detonante» del adiós a sus 20 años de apoyo al PP, partido en el que aún milita su padre, que es concejal en una localidad vasca.
El entrevistado reveló que se siente «muy orgulloso de haber militado en el PP», pero se va «con tristeza» porque ha «intentado cambiar las cosas desde dentro y no ha sido posible». «Tan honesta como ilusamente, he hecho todo lo que está en mi mano y tengo la conciencia muy tranquila, pero manifestar discrepancia sólo me ha alejado» de los dirigentes, añadió.
Como consecuencia de esas experiencias, consideró que «las ponencias políticas (contratos con los militantes) y los programas electorales (contratos con los ciudadanos) son papel mojado y no valen para nada y que la democracia interna de los partidos brilla por su ausencia». Asimismo, manifestó que, ante sus peticiones de convocatoria de una junta directiva, «podría entender que a veces» no sea algo imprescindible, pero «en este momento es absolutamente necesario un debate interno». Sin embargo, «ni siquiera se nos ha contestado», se lamentó.
No le respondieron ni a sus cartas más «sentidas»
Esa ausencia de respuesta también salió a relucir al confirmar que «no» ha recibido ninguna llamada de la dirección del PP tras su decisión de desligarse del partido. «Tampoco la esperaba» puesto que, «en los últimos tiempos, no ha habido ninguna posibilidad de contacto» ni han respondido a otras cartas; algunas de ellas, muy «sentidas».
Por otro lado, Abascal expresó que, si cayesen sobre él acusaciones de deslealtad, no le preocuparía debido a que «el mayor ejercicio de deslealtad es no cumplir el programa electoral», como ha hecho el Partido Popular, al que acusó de facilitar el trabajo al PSOE: «Lo mejor para favorecer a la oposición es que la primera legislatura de Rajoy sea la tercera legislatura de Zapatero. El inmovilismo es algo nefasto y lo percibo en el Gobierno, que no se ha movido de la política» del ex presidente castellanoleonés.
En cuanto a los nacionalismos, el político recordó que en el País Vasco y en Cataluña se ha producido una «pérdida muy importante» de votos, por lo que no entiende que desde su ya ex partido político afirmen que se han «acercado a la sociedad vasca» cuando existe una «posición política desdibujada» que ha desembocado en que los votantes vascos dejasen de respaldar al PP «de manera masiva» en las últimas elecciones.
Otro asunto que siempre le ha afectado en mayor medida que a otros españoles ha sido el terrorismo, al que, en su opinión, no hay que ofrecer diálogo: acercarse a los terroristas «es un error mayúsculo». Por ese motivo, considera que el presidente del Gobierno «ha cambiado» y él sólo «actúa en consecuencia», al encontrarse «fuera de juego, desmarcado», tras haberse «creído la política antiterrorista del PP». En relación a las recientes excarcelaciones de etarras, criticó que se han llevado a cabo con una «rapidez sorprendente», algo que «no ha entendido nadie».
El futuro de un español «patriota y de derechas»
Los proyectos de futuro de Abascal también tuvieron su hueco en la entrevista y el debate con los contertulios del programa de Intereconomía TV. Se definió como «de derechas y patriota», afín a «Aznar, Aguirre, Mayor Oreja o Vidal-Quadras» y descartó que DENAES vaya a ser la base de un nuevo partido -«es una fundación patriótica con personas de derechas y de izquierdas, que tiene que estar al margen de la batalla política».
Igualmente, negó que vaya a sumarse a Ciudadanos, aunque comparta «muchas» de sus preocupaciones. Eso sí, el vasco dijo que «no» se va a quedar «en el sofá», ya que necesita «participar en política porque la política no se olvida de nosotros».
A pesar de su abandono, Abascal no cree que el Partido Popular se esté «troceando»: «Sólo soy un militante que ha decidido que se da de baja. Uno más de los que han salido y de los que saldrán». Aun así, auguró que, al «no estar escuchando a sus votantes», el PP deberá enfrentarse a «consecuencias electorales, sin ninguna duda».
Una de las contertulias, la popular Arenales Serrano, acogió con «mucha pena» las palabras de su ex compañero de partido y este último respondió: «Si el Gobierno le pusiese tanto corazón como Arenales, nos iría mucho mejor… pero al Ejecutivo le ha faltado precisamente eso».
