Lo tienen claro en Ferraz. En estos días el secretario de Organización del PSOE, César Luena, está ultimando la estrategia electoral de cara a los comicios municipales y autonómicos. El objetivo, al menos en autonómicas, tiene nombres y apellidos: Comunidad Valenciana, Extremadura y Castilla-La Mancha.
Quieren poner toda la carne en el asador en estas tres comunidades autónomas con la misión de recuperar el Gobierno. Toda la precampaña y la campaña electoral girará en torno a estos tres territorios.
De las tres, donde más difícil lo tiene es en Castilla-La Mancha, pero los últimos datos y encuestas que maneja el PSOE también le otorgan una mayoría «holgada y suficiente para gobernar», según señalaba un dirigente de la Ejecutiva socialista. Habida cuenta del resultado que supuestamente obtendrían en Ciudad Real, «municipio clave para inclinar la balanza» a pesar del «intento de Cospedal de garantizarse la reelección cambiando la Ley electoral».
La ofensiva comenzará en Valencia. Será allí donde el PSOE celebre la Convección autonómica el último fin de semana de enero para presentar los cabezas de cartel de todas las comunidades autónomas y de paso de respaldar a Ximo Puig, que ya se ve como próximo presidente de la Generalitat valenciana.
El desgaste del PP en Valencia, la falta de un candidato popular en esta comunidad y la posibilidad abierta del PSOE de pactar con el resto de formaciones hacen pensar en Ferraz que Valencia es una de las plazas seguras.
El caso de Madrid
A priori Madrid sería un caso similar al de Valencia para el PSOE. Los más optimistas, entre los que se encuentra el propio Pedro Sánchez, apuestan también por la posibilidad de gobernar en la Comunidad que preside Ignacio González.
Pero el caso de Madrid es diferente. Entre otras cosas porque el propio Tomás Gómez no cuenta con el respaldo total de su propio partido y sigue pendiente de cómo evolucione en los juzgados el caso que investiga el sobrecoste del proyecto y construcción del tranvía de Parla.
Una imputación de Tomás Gómez originaría la expulsión o el abandono inmediato al frente del PSOE de Madrid. Además, en Madrid, un PP sin mayoría absoluta también tendría la oportunidad de pactar con otras formaciones como Ciudadanos o UPyD, que no aparecen con tanta fuerza en otras comunidades.
La teoría del voto útil de castigo
En cualquier caso, en contra de lo que muchos puedan pensar, en el PSOE están tranquilos. Piensan que su resultado electoral será mucho mejor que el que pronostican las encuestas, que gobernarán y recuperarán varias comunidades, y que darán la sorpresa en muchos municipios obteniendo además la victoria global en las elecciones municipales.
Y todo ello, según argumentan desde el PSOE, gracias a la teoría del «voto útil de castigo». Es decir, están convencidos que gran parte del voto a Podemos que reflejan las encuestas finalmente irá al PSOE. Los votantes de izquierda se inclinarán por castigar al Gobierno del PP a través de una opción útil para sus comunidades y municipios, y dejar los «experimentos» para las encuestas. El tiempo y los resultados le darán o le quitarán la razón.
