Íñigo Errejón no es un líder carismático. Frío como un témpano, el ‘número dos’ de Podemos no está hecho para estos tiempos de democracia sentimental. La democracia hoy es un mercado de emociones que se le resiste al ‘pequeño Trsotsky’, más cómodo en la trastienda, dibujando estrategias que en la atención al público.
Errejón es un sujeto kantiano, mecanizado, el padre del ‘nucleo irradiador’ que cuando le preguntan por Pablo Iglesias dice que la relación con su amigo «se ha complejizado». La ‘Operación Jaque Pastor’: cuando Errejón conspiró contra Pablo Iglesias
Incómodo con su papel del líder accidental, este 5 de febrero de 2017 entrevistado en ‘El Objetivo’ de Ana Pastor en laSexta, sólo pareció mostrar alguna emoción cuando le pusieron un corte de Juan Carlos Monedero, el lacayo de Iglesias que se pasea por las televisones dejándole recaditos. Iglesias suelta al ‘doberman’ Monedero para despedazar a Errejón
Tras visionar el corte, Errejón se llevó los dedos a las gafas y le metió un tremendo palo al mayordoma de Chávez:
«Este tipo de declaraciones han sembrado una cizaña que sobraba. Algunos llevábamos en la calle mucho tiempo cuando otros la acaban de descubrir con la fe del converso».
Más allá de eso, poco que rascar en una entrevista tediosa en la que Errejón se mantuvo pegado al guión: quiere que Iglesias siga de secretario general pero que monopolice el partido y reparta el juego a los errejonistas. Carlos Herrera casi fallece de un ataque de risa a cuenta del sorteo del cursi de Errejón
Una fórmula difícil de digerir y que da la razón a Monedero: si quieres liderar Podemos, preséntate pero no enredes.
Su insistencia en defender el papel de Iglesias exasperó a Ana Pastor, al ver que Errejón evitaba con elegancia atacar al líder de Podemos. Errejón saca su lado salvaje para zafarse del ‘cizañero y mentiroso’ Monedero
CURIOSA DEFINICIÓN DE ‘COHERENCIA’
El ‘número dos’ de Podemos ha afirmado que «la coherencia en política no es decir siempre lo mismo, sino lo más adecuado a cada momento» para defender la compatibilidad de las propuestas que presenta su equipo ‘Recuperar la ilusión’ a la Asamblea Ciudadana del partido, que se celebra a finales de esta semana, con que Pablo Iglesias siga siendo secretario general del partido.
Errejón, sobre su cartel con la imagen de Iglesias: «Si no le ha gustado, lo lamento»
«Entonces necesitábamos una organización muy concentrada», ha argumentado el secretario Político de Podemos para justificar su cambio de estrategia. «No teníamos tiempo para hacerlo de otra forma», ha añadido aludiendo a la necesidad que tenía el partido de «correr rápido» ante las convocatorias electorales a las que se enfrentaba entonces la formación morada.Errejón saca su lado salvaje para zafarse del ‘cizañero y mentiroso’ Monedero
«Ya no tenemos que irrumpir en la política española, ya hemos irrumpido, hoy tenemos que convencer a los que faltan para construir una mayoría nueva, y eso no se hace repitiendo los mismos gestos», según Errejón, que también ha descrito la «coherencia en política» como «el análisis concreto de cada situación concreta».
Errejón ha admitido que el Podemos de hace tres años era «más de la cultura del plebiscito», [lo que Carolina Bescansa llamó ‘choque de trenes’] pero tras la «evolución» del partido en este tiempo se deben «ensanchar» las responsabilidades y «abrir juego», aunque ha vuelto a reivindicar a Pablo Iglesias como secretario general del partido formando un «tándem» con él.
Errejón ha defendido que los carteles que su equipo ‘Recuperar la ilusión’ ha lanzado para pedir el voto a su lista a la dirección del partido incluyan la imagen de Iglesias, aunque el secretario general encabece otra para el Consejo Ciudadano de Podemos. «Me parece lógico lleva la cara de para quien pides el voto», ha explicado.
Ha lamentado que este gesto haya podido molestar a Iglesias. «Si no le ha gustado, lo lamento», se ha excusado Errejón sin sentir ninguna culpa, que aventura al actual secretario general un largo liderazgo al frente de Podemos, a pesar de que defenderá en Vistalegre II la limitación a seis años en la secretaría general de Podemos. «A Pablo le queda mucho por delante», ha asegurado el ‘número dos’ del partido.
