Incendio en los Juzgados

No presumirá Esperanza Aguirre de esto. Más bien, preferirá que no se dé importancia al caso y que nadie investigue lo sucedido.
Se declaró un incendio en la cubierta del edificio, en el que trabajan alrededor de 700 personas. No es descabellado pensar que entre dos mil o tres mil personas estuvieran realizando algún trámite en el interior del mismo. Y hay que pensar en lo que habría podido ocurrir si el incendio se hubiese producido en cualquiera de las plantas inferiores.
Falló todo. Las alarmas no funcionaron, de modo que muchas de las personas que se encontraban allí tardaron en enterarse de lo que ocurría. Tampoco se cerraron las puertas anti incendio. El protocolo de evacuación brilló por su ausencia y el abandono del edificio, que duró más de un cuarto de hora, se llevó a cabo de forma espontánea según la gente iba teniendo noticia a través del boca a boca. Había gente que negaba que hubiera un incendio, pero finalmente se culminó el desalojo del edificio.
En este punto conviene hacer un inciso para recordar la existencia de las pilas de papel y también los materiales con los que está construido el edificio, o parte de él.
Fallaron más cosas. Las tomas de agua también eran, o son, defectuosas. Varias plantas han quedado anegadas y los expedientes, mojados. Algún forjado ha sufrido daños. Las cañerías del agua reventaron, etc.
Estos son daños colaterales de la crisis, por la cual, se ha trasladado a muchos funcionarios desde el lugar en el que estaban actualmente hasta este otro que ya se ve que tiene muchas deficiencias. Hay cosas que se recortan, se ignora por qué, y en casos como este se deja todo en manos de la Providencia. Ha salido bien la cosa. Pero da pavor pensar que pueda haber más casos en los que todo esté en las mismas manos y que este mismo edificio siga igual en el futuro.
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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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