No creo que sea el lugar ni la situación más apropiada para que se solicite una subvención, se acepte o no se acepte después
La entrevista es de Esther Esteban y como todas las suyas en el diario ‘El Mundo‘, va hasta el hueso y no se deja nada en el tintero.
Por su indudable interés y aunque nos dejamos fuera lo que el presidente gallego dice sobre el escándalo de Novacaixagalicia y otros temas importantes, reproducimos los fragmentos en los que el líder popular diserta sobre José Blanco y su ‘afición‘ a las gasolineras.
Pregunta.- Menudo escándalo la denuncia del empresario gallego que dice haber pagado a José Blanco 400.000 euros. ¿En qué situación queda el ministro? ¿Debería dimitir?
Respuesta.- Se ha causado un revuelo que los partidos debemos calmar asumiendo cada uno sus responsabilidades y explicando lo que está sucediendo. Es lo que hemos hecho nosotros, respetando la presunción de inocencia, pero con la contundencia necesaria de transmitir a los ciudadanos que no toleramos ese tipo de actuaciones. Ellos no han explicado nada y han caído en profundas contradicciones. Sobre la dimisión del ministro afectado, cada uno es responsable de lo que hace y de lo que no hace; de lo que ha dicho y después no hace.
P.- A usted también le piden explicaciones. Dicen que debe ir al Parlamento. ¿Irá?
R.- Hace meses, desde que la jueza inició el caso, estamos explicándonos ante los ciudadanos, a través de la vía parlamentaria, los medios de comunicación y las decisiones. En menos de 24 horas, los trabajadores del Igape llamados por la Justicia se apartaron de sus funciones; en apenas horas, el diputado aludido de nuestro partido dejó su escaño. En menos de un día, los medios tenían el historial de ayudas públicas autonómicas que había solicitado la empresa investigada y, en la primera semana, ya habíamos abierto inspecciones internas en todos los departamentos. Me someto a cualquier comparación con el PSOE, empezando por que yo no me reuní en una gasolinera para hablar sobre subvenciones.
P.- Qué curioso que los socialistas apelen a la presunción de inocencia que ellos no practicaron con el caso Gürtel y Francisco Camps, ¿no?
R.- Dos años y medio de discursos agresivos y moralizantes se están desmontando cada minuto que el PSOE sigue sin ser consecuente con lo que predicó. Basta con cambiar la palabra Blanco por Camps para imaginarse qué es lo que estarían ahora diciendo si la situación fuese inversa. Camps, sin perjuicio de su presunción de inocencia, sí asumió responsabilidades y el PSOE no lo está haciendo.
P.- Hablar con alguien en una gasolinera no es un delito, pero resulta raro que el ministro elija ese lugar…
R.- Que un ministro quede con un empresario en una gasolinera para hablar de subvenciones públicas, como ha reconocido el ministro, es, cuanto menos, chocante. Que el PSOE entienda que las subvenciones públicas son un asunto privado, también. Todos podemos equivocarnos, pero lo menos que podría hacer el Gobierno es dar una explicación, no contradictoria como hasta ahora, y disculparse. No creo que sea el lugar ni la situación más apropiada para que se solicite una subvención, se acepte o no se acepte después.
P.- Blanco acusaba a Camps de favorecer a su amiguito del alma y, si esto se demuestra, también él hacía lo propio con su primo…
R.- Espero que esto nos sirva de experiencia a todos los políticos para que seamos más prudentes y más responsables en lo que decimos.
P.- ¿Ha sido usted quien ha obligado a dimitir de manera fulminante al diputado del PP presuntamente implicado en la trama?
R.- El diputado del PP ha elegido defenderse sin perjudicar la vida pública y porque cree que esa defensa la puede ejercer como un ciudadano normal, sin aferrarse al escudo político de su cargo. Comparto su decisión. Ha trasladado un importante mensaje de confianza en su inocencia, puesto que la quiere demostrar sin diferencias o privilegios políticos.
P.- ¿Y que el BNG haya hecho lo propio no deja en evidencia la actitud de Blanco y el PSOE?
R.- El PSOE tiene, por un lado, el modo en que han actuado PP y BNG y, por otro, el modo en que supuestamente decían, en otras circunstancias, que se debía actuar. No ha elegido ninguno de estos dos caminos.