Habrá quienes quieran fiarse de lo que dice Feijóo y los que quieran fiarse de lo que dice Almunia. Quienes crean que la varita mágica del naval gallego descansa en Monte Pío o quienes se imaginen que una palabra de Almunia, un acuerdo de la Comisión Europea, el respaldo, no sé si perceptivo, de la eurocámara, y el naval gallego podría empezar a soñar con quedar sano y salvo.
España y Galicia son muy libres de seguir jugando al pim pam pum electoralista, ideológico y geográfico con todas las cosas de comer, de vivir, de volar, de trabajar, de invertir, de crecer, de estudiar o de mantener la salud.
Como sobra la pasta, las buenas expectativas empresariales, magníficos augurios para el empleo y un futuro radiante para todos, es lógico que una sociedad, aburrida de nadar en la abundancia, se distraiga buscando culpables, se divierta echándole males de ojo a Santiago, a Madrid, a Bruselas, según el color del cristal con el que se contemple la vida o monte «botellones» mentales en las redes sociales mezclando los culos con las témporas.
¡Que no pare pues la fiesta, y que cada uno se monte su caiga quien caiga, su caiga lo que caiga, personal, intransferible e inconfesable!
Preguntas que nos podríamos hacer
Pero, ya puestos a distraernos, a falta de otros problemas, podríamos pasar un rato haciéndonos unas cuantas preguntas:
- -¿Es verdad que se han presentado cinco alternativas al dichoso tax lease que fulminó Almunia, y que Bruselas ha devuelto los cinco a corrales?
- -¿De verdad Madrid guarda en un cajón, para joder a los gallegos, una propuesta que espera con los brazos abiertos Joaquín Almunia?
- -¿Se lo confirmó a Abel Caballero por teléfono su íntimo amigo (¡mira que tiene íntimos amigos este hombre!) el Comisario Europeo de la Competencia?
- -El Conselleiro de Industria, que no tiene competencias ni vela en este entierro, ¿es posible que lleve cinco meses mintiendo?
- -¿Es creíble que los directivos y los trabajadores del Naval (unos tipos tan incisivos) no se hayan enterado de que la Xunta les estaba dando largas?
- -¿Nadie ha visto ninguna de las cinco alternativas que se le han presentado a Bruselas?
- -¿Nadie recuerda que, el propio Abel Caballero, compañero de partido y amigo del alma de Joaquín Almunia, cuestionaba el papel del comisario «mirando para otro lado» en la crisis del tax lease, y le anunciaba que, si no aceptaba la alternativa propuesta por el gobierno (presidido entonces por Zapatero), causaría «un daño irreparable» al sector?
- -¿A qué están jugando todas las partes implicadas, todos los partidos, todas las administraciones, todos los gallegos, todos los vigueses?
- -¿Con qué oscuras intenciones y por qué está jugando Almunia con la economía, con el empleo, con el futuro de tantos gallegos?
El porvenir del Naval en Galicia depende de Bruselas, de que Almunia deje de poner el pulgar hacia abajo y lo ponga de una vez hacia arriba. Y buscar culpables en Santiago o en Madrid, sólo puede ser una salida de Almunia para echar balones fuera, una estrategia de despiste en la política de acoso y derribo del PSdG o es que, en realidad, estamos todos más confusos que un pulpo en un garaje.
En este feo asunto del naval, sólo dispone Bruselas. Santiago sugiere y Madrid propone. A ver si a la sexta proposición de alternativa al tax lease va la vencida. Porque, a éste ritmo, cuando Almunia dé al fin su visto bueno el paciente estará muerto y en pleno proceso de incineración.