La aquiescencia -cuando no complicidad- de las instituciones del Estado con las iniciativas independentistas genera cada vez mayor estupor e indignación entre muchos de los que se oponen a la ruptura.
El último de los casos denunciados tuvo lugar el pasado miércoles, durante un acto de promoción de vinos catalanes organizado por la Associació Vinícola Catalana en la sede del Instituto Cervantes en Nueva York (EEUU).
El evento reunió a destacados importadores, restauradores y a la prensa local especializada para presentarles caldos de 16 empresas catalanas, en concreto, Abadal, Agustí Torello Mata, Castell del Remei, Cèrvoles, Codorniu, Giró del Gorner, La Fou, Mas Blanc, Pinord, Raimat, Rexach Baqués, Scala Dei, Torelló, Torres, Trias Batlle y Vilarnau.
Protestas en las redes sociales
Pero dos cuestiones causaron sorpresa entre algunos de los presentes: por una parte, el cartel promocional del acto incluía un mapa que presentaba a Cataluña como un Estado independiente, junto a Francia y a España; por otro lado, una estelada presidía la zona habilitada para las catas de los vinos en el jardín de la institución pública que tiene por objetivo «difundir la cultura de España».
Las protestas, especialmente en las redes sociales, no tardaron en aparecer. Y el Instituto Cervantes se limitó a responder con dos tuits desde su cuenta oficial:
«El acto de esta mañana fue un alquiler de espacios a una asociación exportadora de vinos, no un acto propio del IC. […] El IC rechaza el uso de sus instalaciones para la difusión de símbolos contrarios al marco constitucional y ajenos a su Ley de Creación».
TV3 emitió en el Telenotícies migdia del jueves un reportaje sobre el evento, en el que se podía observar claramente la bandera independentista. Un reportaje -firmado por la periodista Raquel Sans- en el que, por cierto, ni siquiera se cita que el acto tuvo lugar en el Instituto Cervantes.
