¿Qué le está pasando realmente a Rosa Benito? El pasado miércoles 11 de septiembre de 2013, en mitad de una carrera absurda, tropezó y por poco se abre la cabeza en el plató de ‘Sálvame’. La tertuliana fue hospitalizada y a su regreso rompió a llorar al confesar que el lunes anterior había sufrido un accidente de tráfico grave.
Rosa Benito no está pasando una buena época, aunque habríamos de definir lo de ‘buena’. ¿Por qué? Pues porque, principalmente, si trabajas en ‘Sálvame’ y eres feliz no vales -a no ser que seas Santa Terelu, claro-. En los últimos meses, la cuñada de Rocío Jurado ha visto cómo su todavía marido se ha ido de parranda con mozas de dudosa reputación y cómo éstas daban detalles escabrosos de, entre otras cosas, el sabor del semen de Amador Mohedano. Además, la hija de Rosa se ha visto sometida a una situación parecida a la de su madre al destaparse la caja de los rumores de infidelidad de su señor esposo.
Lo que para todo el mundo seria un vía crucis, para esta gente es un negocio ya que comercializan con sus dramas. Hasta ahí todo bien. Lo que ocurre es que, por narices, tanto vaivén emocional, pagado o no, tiene que hacer mella. Por eso, mucho nos tememos que Rosa Benito está pagando el pato del estrés y que algo le ocurre. Atención a lo que le pasó el pasado miércoles y saquen ustedes sus propias conclusiones.
La última ocurrencia desesperada de los de ‘Sálvame’ ha sido vestir con un traje de sumo-de esos cutres de tiendas de bromas- a sus colaboradores con la esperanza de humillarlos pelín más. Ya le tocó a Karmele Marchante y el 11 de septiembre de 2013 fue Chelo García Cortés la elegida para embutirse en el disfraz.
Por si no fuese suficientemente bizarro ver a la Cortés vestida de esa guisa, tirada (en un momento dado) en el suelo y sin poder moverse, en un momento de la tarde sucedió el dramón de la semana en ‘Sálvame’: Chelo empezaba a sentirse a gusto en la ‘piel’ del luchador de sumo cuando Rosa Benito, en plan broma, se agarró al disfraz, suponemos para fastidiar o incomodar a su amiga. La broma le salió cara puesto que Benito tropezó con un altavoz y se comió el suelo.
Obviamente, los tertulianos pusieron el grito en el cielo. Como era de esperar, Lydia Lozano era la más sentida y la que más chillaba:
¡Hostia! ¡Se ha dado en toda la cabeza!
Todos se arremolinaron alrededor de Rosa mientras que Matamoros, malicioso y brillante como de costumbre -e ignorante de las consecuencias de lo que acaba de suceder-, dijo:
La ha castigado Dios
Nadie le hizo caso. Mientras Lydia seguida preocupada por la cabeza de Rosa, Terelu hacía lo propio con la cadera de su compañera. Jorge Javier, el presentador estaba nervioso y decía no saber qué hacer y dijo una frase que en boca suya suena hasta irónica:
Lo que a mí me gusta es que no hay sangre.
El director del programa se acercó preocupado. la cosa era grave. Llamaron pues al médico mientras que Kiko Matamoros empezaba ya a ponerse serio y a atender a la convaleciente.
El médico de Telecinco llegó y Jorge Javier, en un gesto inaudito en él, pidió que la cámara le enfocase a él y no a su colaboradora. Rosa se fue y Kiko Matamoros aprovechó el incidente para hacer su trabajo y echarle la culpa de todo a Chelo García Cortés, insinuando que lo había hecho a propósito para que Rosa tropezase. A esto se le llama rentabilidad de la desgracia.
Lo bueno que tiene ‘Sálvame’ es que, como dura cuatro horas y pico, a uno le da tiempo a caerse, a levantarse y a volverse a caer. Momentos más tarde, Rosa regresó al programa. Venía del hospital (suponemos que de uno privado porque en uno público aún estaría en la sala de espera) con cara de pena y dijo:
Ha sido horroroso pero bueno, no pasa nada. Mira tócalo, tengo un chichón que te mueres. Me han hecho radiografías y no tengo ni una fisura.
Bien, parecía que todo se había quedado en nada pero no. Esto es ‘Sálvame’ y aquí las reglas mandan que si un drama termina en un petardo mojado, ha de haber otro que lo supla. La caída provocó que Rosa se acordase de otro accidente, más grave y de coche, que sufrió el lunes anterior. Con lágrimas en los ojos, la cuñada de Rocío Jurado dijo:
Llevo una racha bastante mala. El lunes tuve un accidente fuerte. Si en vez de un coche llega a ser una moto, lo mato, es que lo mato. Quiero dar las gracias porque el chico se portó conmigo fenomenal. Fue en un cruce, es que voy despistada… bueno el coche creo que no le vale para nada, mi coche lo tengo en el taller. Creo que merezco estar tranquila (…) Es verdad que es mi vida y yo la he expuesto. Me duele cuando dicen que estoy utilizando esto para ganar dinero. No me he hecho un ‘Deluxe’. (…) No me da la gana. Porque yo lo sufro, lo sufren mis hijos. Esto de hoy es una tontería, pero lo del otro día pudo ser muy gordo. La gente habla sin conocer la verdad. Yo a veces estoy ida. (…) No quiero morir, no.

