Conocida ya magnitud del nuevo ejecutivo que pergeñado ha el Presidente del Gobierno, Doctor en Economía don Pedro Sánchez, héteme perplejo, anonadado, confundido y qué sé yo cuántas cosas más. Y, ¿por qué ahora? La verdad es que uno desconoce tantos extremos del funcionamiento político de España… A veces, mi señoría empieza a dudar ya si no será verdad el diagnóstico que me tiene hecho un amigo que dice que, según todos los indicios, padezco el “síndrome del ´acarajotamiento´ senil”. Y es que algo de eso debe de haber, porque al afrontar la dimensión del ejecutivo actual de mi país, España, veo que…

Bueno, de momento voy a ocuparme del peso ministerial del Psoe.,es decir, del gobierno socio-comunista progresista y no sé cuántas cosas más. Resulta que hemos pasado de un gobierno en el que había unos dieciséis entre miembras y miembros, que creo que eran los que integraban el del presidente Rajoy, a los veintidós entre miembros y miembras del presente… O sea, a los y a las, porque si empieza mi señoría a no respetar la igualdad de género, estamos perdidos. Afortunadamente, en este sentido, el actual Presidente no ha incurrido en falta y nombrado ha exactamente a once miembras y a once miembros como ministras y ministros, y así no puede protestar nadie. Bien es cierto que el equilibrio se rompe al considerar la masculinidad del baranda. Es decir, al considerar el conjunto de ministras y ministros con su Jefe sigue habiendo preponderancia masculina, ya que de las veintitrés personas que integran el conjunto resulta que hay once miembras y doce miembros. No sé incluso si en este sentido vaya a haber algún litigio en el que tuviera o tuviese que intervenir la propia ministra de Igualdad, señora Montero. Pero bueno, allá ella. A mi juicio, dado que la ´imparidad´ es tan diminuta, la susodicha ministra podría dedicarse a corregir ilegalidades de más envergadura.

Aparte de la cuestión citada, existe otra que a mi juicio tampoco es moco de pavo. Se refiere mi señoría al problema que debe haber surgido respecto al insuficiente número de butacas que debía de haber en la sala de Debates del Palacio de Congresos en primera fila, do ubicarse suelen las miembras y miembros del ejecutivo, bajo la tutela de su Presidente.

Y si a estos problemas se le añade la dificultad o insuficiencia de aeronaves para uso de ministras y ministros en la realización de las complejas tareas propias de sus ministerios, la cosa se pone fea también. Bien es cierto que el Falcon del Presidente parece que está siempre utilizable, a juzgar por el insistente uso que cuentan que realiza de él el susodicho.

Pero de cualquier forma, estas dos últimas cuestiones habrá de abordarlas mi señoría en posts sucesivos para que, dado mi desconocimiento acerca de cómo deben resolverse estos problemas, vuesarcedes puedan acudir en mi ayuda, para que abordando el tema de manera interactiva…, es decir, a ver si con su participación uno se pueda enterar de algo. Porque de lo que no hay duda es de que vuesarcedes querrán ilustrar a este pobre anciano. ¿O no?

15-01-2020.