Forrar los libros es la pesadilla de cualquier padre.
Todos sabemos que es esencial para preservar el buen estado de los libros de texto (y evitar que los pequeños derramen y arruguen el material que tanto gasto ha supuesto para la economía familiar), pero no siempre disponemos de tiempo y paciencia para hacerlo como es debido… ¿El resultado de la desgana y las prisas?
Unos libros llenos de burbujas que sacarán de quicio a mayores y pequeños y sembrarán la discordia en casa.
Para atajar las discusiones, aquí te facilitamos un truco infalible que, desde hace años, ayuda a padres y padres a empezar y acabar con éxito la ardua tarea de forrar los libros de texto.
Y para ello, se sirve de un arma secreta tan efectiva como inesperada: un calcetín.