La moción de censura de Podemos a Mariano Rajoy ha fracasado y lo peor para Pablo Manuel Iglesias y el socialista Pedro Sánchez es que ha agotado por reiteración la acusación de corrupción que persigue al PP desde que llegó al poder al iniciarse 2012.
Si no aparecen nuevos sumarios que impliquen a altos dirigentes del PP, las historias sobre la corrupción de los populares seguirán siendo las mismas, pero irán decayendo hasta privar al electorado de nuevos motivos de indignación.
Iglesias Turrión le ha quemado las naves al resucitado dirigente socialista Pedro Sánchez, que en el futuro no podrá insistir mucho más en el caso de los populares corruptos.
A Sánchez le han agotado el filón tras los dos días—
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