Aunque no se celebre el referéndum independentista la Generalidad catalana podría estar ganándole su batalla político-económica al resto de España sólo con sus amenazas.
Es lo que se deduce de la inesperada petición del apaciguador Mariano Rajoy a Carles Puigdemont para que acepte negociar “como hace el Gobierno vasco” con su ventajista Cupo.
Los conciertos económicos vasco y navarro, que se incluyeron en la Constitución tratando de desactivar el terrorismo etarra son gabelas por las que allí pagan menos impuestos y reciben mejores servicios.
Deberían derogarse en cualquier revisión constitucional, pero, al contrario, Rajoy…
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