Entrevistas con el autor (4)

Crónica de Medio Siglo: preparando el 29º episodio, ‘Alternancia’

Crónica de Medio Siglo: preparando el 29º episodio, 'Alternancia'

Lucas Pellicer (gRRound! Ediciones).- Agosto… ¿es o no es un mes de lecturas? He aquí el dilema. Y sin respuesta: dependerá de cada uno, y conocemos casos de quien selecciona una docena de títulos para despacharlos en vacaciones. Agosto es o no es un mes para trabajar. Algunos, lo hacen. Le preguntamos a nuestro autor en una nueva entrevista de la serie mensual que hemos emprendido: ‘Yo lo intento, mejor dicho, lo hago. Mi sistema es trabajar un poco todos los días del año, incluidas las vacaciones y las fiestas de guardar. Poco -a veces un par de horas, y en ocasiones contadas hasta seis- pero persistente, con las obligadas y denostadas ocasiones en que las reseñas de la Guía Cultural me lo impiden’.

P.- Entonces, estos días…
R.- He estado en la sierra, he nadado un rato mañana y tarde, pero he seguido preparando el 29º episodio con la esperanza de publicarlo antes de que termine el año.

Gregorio Ordóñez

P.- ¿Podría adelantarnos algo del contenido, los temas más destacados?
R.- Comienza en el otoño de 1993, con las estrepitosas defenestraciones de dos de los personajes más importantes del momento, el director de la guardia civil, Luis Roldán, y el presidente del banco más importante, Mario Conde, y terminará probablemente en abril de 1996 con el triunfo del PP en las elecciones generales y el final de la larga presidencia de Felipe González. Entre medias, hay una cuarta huelga general, fallece el comisario Conesa, se retira Nicolás Redondo, ETA mata a Gregorio Ordóñez retomando sus atentados contra cargos políticos y el GRAPO secuestra a Publio Cordón, que desaparecerá en su cautiverio. Es la legislatura de la crispación, de un PSOE corroído por la larga estancia en el poder, del acoso y derribo judicial y mediático de las equis del gal, de las escuchas ilegales del coronel Perote y la crisis del Cesid, de la pinza Aznar-Anguita, de las esperanzas en una segunda transición y el balance del tramo recorrido desde la primera. También del genocidio de Ruanda, del fin de las esperanzas de que el Sahara pueda decidir su futuro, del enconamiento de las guerras civiles yugoslavas, del surgimiento de las sectas milenaristas, y de la irrupción de Osama bin Laden. Un período de topos y arrepentidos que culmina con el secuestro etarra más famoso, el del funcionario Ortega Lara.

Luis Roldán

P.- No está mal como aperitivo
R.- Lo importante es que no se trata de una enumeración de hechos, sino de la indagación en sus causas y efectos, en su correlación, en su enmarque correcto. Todo ello lleva más trabajo de lo que parece, pero tiene sus compensaciones cuando consigues vetas nuevas en el yacimiento oscuro y estrecho de la historia. En una entrevista publicada el mes pasado (1), Peter Sloterdijk decía: ‘La cuestión fundamental es si nosotros, como seres mortales, podemos conseguir algo durante nuestra vida que valga la pena transmitir a otra generación. Producir algo que sobreviva a nuestra vida. Creo que así es como lidian los filósofos con la mortalidad. Poniendo la firma al final de un texto’.

Mario Conde

P.- Ya estamos con el rollo trascendente
R.- No se crea, también tengo mis momentos de asueto, o sea, el trabajo lo alterno con el descanso y los placeres de la vida. Opinaba el poeta francés Charles Baudelaire (2), cuyo ‘Les fleurs du mal’ leí en francés a los veinte años, que ‘hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso. Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca’.

Juan Alberto Perote

P.- Entonces no es usted tan espartano como parece
R.- Mitad y mitad. Decía el gran Herman Hesse, al que le dieron el premio nobel en 1946 por ese libro, una fabulosa metáfora: ‘¡Cómo no voy a ser un Lobo Estepario, un ermitaño desgreñado, si estoy hundido en este mundo cuyas metas no comparto, cuyas alegrías no me atraen. No soporto mucho tiempo en un teatro ni en un cine, apenas puedo leer un diario, pocas veces miro un libro moderno: no puedo entender cuál es la diversión y la felicidad que los hombres buscan en trenes y hoteles repletos, en cafés llenos de gente con música fuerte y sofocante, en los bares y varietés de las elegantes ciudades de lujo, en las exposiciones mundiales, en los corsos, en las conferencias para los sedientos de cultura, en los grandes campos de deporte. No puedo entender ni compartir esas alegrías que estarían al alcance de mis manos y por las que hay miles que se esfuerzan y se amontonan’, para añadir:
‘Y aquello que, por el contrario, sucede durante mis escasas horas de felicidad, lo que para mí representa placer, aventura, éxtasis y enaltecimiento, es algo que el mundo a lo sumo conoce, busca y ama en la poesía, pero que en la vida le parece una locura. Y de hecho, si el mundo tiene razón, si la música en los cafés, si los entretenimientos de masas, si esas personas americanas con tan pocas pretensiones tienen razón, entonces yo estoy equivocado, estoy loco. Entonces en serio soy el Lobo Estepario, tal como me describí varias veces: el animal perdido en un mundo ajeno e incomprensible que ya no es capaz de encontrar su hogar, su aire, su alimento’.

Publio Cordón

P.- No sé, me da la impresión de que esta y las anteriores entrevistas son conversaciones en la penumbra; un diálogo de eremitas; soliloquio en pareja; divagaciones de un heterónimo con su sombra
R.- Puede que le sirvan a los lectores de la Crónica, para verla como un organismo vivo, que ha nacido como todos productos del azar y del destino, que ha ido creciendo con esfuerzo y que va a morir como todos, sin que en realidad se note. ‘La vida humana como tal es una derrota. Lo único que nos queda ante esta irremediable derrota que llamamos vida es intentar comprenderla’, dicen que dijo Milan Kundera, ese escritor checo, el de ‘La insoportable levedad del ser’.

José Antonio Ortega Lara

P.- Con tanta cita elipsiva no vamos a ganar lectores
R.- Tampoco hacen mucha falta. Usted tendrá otros ingresos, libros exitosos de gRRound! Ediciones, y yo vivo del aire. Desearía que hubiera cien elegidos que compraran la Crónica entera sin pretender leerla, ‘just in case’ y por estética. Le atribuyen a Umberto Eco esta ‘boutade’: ‘Es una tontería pensar que tienes que leer todos los libros que compras, así como es una tontería criticar a quienes compran más libros de los que jamás podrán leer. Sería como decir que debes usar todos los cubiertos, vasos, destornilladores o brocas que compraste antes de comprar nuevos. Hay cosas en la vida que necesitamos tener en abundancia, aunque solo usemos una pequeña porción. Si, por ejemplo, consideramos los libros como medicinas, entendemos que es mejor tener muchos en casa que pocos: cuando quieres sentirte mejor, vas al ‘armario de medicinas’ y eliges un libro. No uno al azar, sino el libro adecuado para ese momento. ¡Por eso siempre deberías tener una variedad para elegir! Quienes compran solo un libro, leen solo ese y luego se deshacen de él, simplemente aplican la mentalidad de consumo a los libros, es decir, los consideran un producto de consumo, un bien. Quienes aman los libros saben que un libro es cualquier cosa menos una mercancía’.

José María Aznar y Julio Anguita

P.- No podría el autor ser un poco más concreto y dar alguna razón práctica para justificar a sus pocos y buenos lectores
R.- Esta Crónica es algo especial, un intento sin precedentes de abordar completo el último medio siglo sin divisiones artificiales, porque el Tardofranquismo y la Transición son inseparables, dos caras de la misma moneda, una continuidad histórica. Para bien o para mal. Además, tras ello se examina todo el Juancarlismo, los casi cuarenta años de monarquía parlamentaria bajo el reinado de Juan Carlos I, un período complejo, tan complejo como el Franquismo, un período largo, más largo que el franquismo. La Crónica sigue la trayectoria completa de muchos personajes, personas, hechos y procesos, única manera de comprender el papel que jugaron. Presenta los hechos cronológica y simultáneamente de forma nunca antes planteada. Enfrenta y compara versiones diferentes de lo ocurrido y lo vivido, da la palabra siempre que es posible a los protagonistas, y establece hipótesis con el máximo de prudencia. De esta forma, crea un relato coherente sobre la base de un análisis fundado; y proporciona una visión completa y sin precedentes de todo el período analizado.

–Crónica de medio siglo. Del FRAP a Podemos, un viaje por la historia reciente con Ricardo Acero y sus compañeros (28 libros)

–Serie de entrevistas:
tercera entrevista, jun-jul 2024
segunda entrevista, mayo 2024
primera entrevista, abril 2024

notas:
1.- Entrevista a Peter Sloterdijk, El País, 14-7-2024.
2.- Charles Baudelaire, ‘Pequeños poemas en prosa o Spleen de París’, 1862.

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