El cardenal anima a la Jornada Mundial de la Juventud

Rouco: contra el botellón… rosarios

"Si las familias de Madrid y de Pozuelo hubieran rezado el Rosario, no habría ocurrido lo del pasado fin de semana"

"La maldad lleva a la infidelidad"

Contra botellón, rosario. Esta es la receta que ofrece el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, para poner coto a los desórdenes producidos por el botellón del fin de semana en Pozuelo. «Si las familias de Madrid y de Pozuelo hubieran rezado el Rosario, no habría ocurrido lo del pasado fin de semana», aseguró el arzobispo en la homilía de le misa de la Real Esclavitud de Santa María la real de la Almudena, celebrada ayer.

El cardenal, refiriéndose a los acontecimientos vividos el pasado fin de semana en la población cercana a Madrid, se preguntó de la forma retórica con la que suele expresarse: «¿Qué pasaría si las familias de Madrid y Pozuelo de Alarcón rezasen todos los días el Rosario de la Virgen?». Su respuesta no deja lugar a dudas: «Estoy seguro de que no hubiera ocurrido lo que pasó el fin de semana pasado».

Y es que, a su juicio, «los remedios son más sencillos de lo que parecen para los males que vivimos», explicó. «Claro que los remedios sencillos piden almas y corazones sencillos», es decir «esclavos del amor de la Virgen y del amor de Cristo», apostilló.

Según cuenta Analisisdigital, la página web de la Fundación García Morente del arzobispado de Madrid, Rouco denunció también que los males de la sociedad actual se deben al olvido de «sus raíces cristianas». «Todo el mundo se pregunta qué pasa con nuestros jóvenes y con nuestras familias, qué pasa con España, con Europa, con la violencia, con ruptura de los aspectos más elementales de la forma y de la relación entre hombre y mujer, con los abortos masivos…, etc».

La receta del cardenal es que «la maldad lleva a la infidelidad«. Y puso algunos ejemplos concretos. Como el del aborto. «Si hubieran nacido todos los niños que han sido abortados en Europa desde que comienzan las legislaciones pro-abortistas a comienzos de los años 70 del pasado siglo, tendríamos más de cincuenta millones de jóvenes de los que tenemos.¿Cuántos problemas hubieran quedado resueltos con esos cincuenta millones de jóvenes que han sido llevados a la muerte?».

Pero como no todo es malo en la vida, Rouco concluyó su homilía recordando la próxima Jornada Mundial de la Juventud 2011, que se va a celebrar en Madrid con la presencia de Benedicto XVI. Para ese evento, que cerrará el pontificado del purpurado madrileño, pidió la protección de la Virgen. Porque «la virgen de la Almudena nació para Madrid y Madrid para la virgen».

José Manuel Vidal

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