Han insistido en restar importancia a un asunto que se ha superpuesto sobre otras noticias como la próxima subida del IVA o el desempleo
La Diócesis de Tarazona, a la que se adscribe la parroquia de Borja (Zaragoza), considera que la polémica surgida en torno al destrozo sufrido por un Cristo pintado hace menos de un siglo sobre un muro de la iglesia del Santuario de la Misericordia de esta localidad se ha «extralimitado».
Fuentes de este obispado han asegurado a Efe «no entender» las razones que han convertido el intento de restauración de la pintura por parte de una anciana de 81 años en un fenómeno mediático con gran repercusión en los medios de prensa internacionales y en las redes sociales.
Han añadido que la anciana, «una buena mujer que trató de reparar el Ecce Homo con todo el cariño«, ya había hecho desde tiempo atrás varios retoques al fresco, una imagen de escaso valor pintada por el artista Elías García Martínez.
Según estas fuentes, la mujer decidió «por su cuenta y riesgo» acometer la reparación de la pintura, proceso que interrumpió para viajar hasta la población donde se encontraba su hijo discapacitado.
Tras subrayar que la anciana está «profundamente afectada» por la polémica originada, han insistido en restar importancia a un asunto que se ha superpuesto sobre otras noticias como la próxima subida del IVA o el desempleo.
A juicio de estas fuentes, «las cosas se han exagerado, y más si tenemos en cuenta que en cualquier pueblecito mujeres con la mejor intención retocan el dorado de un retablo sin darse cuenta de que no lo hacen bien».
Por su parte, Cecilia Giménez, la anciana que intentó restaurar el ‘ecce homo’ pintado en uno de los muros de la iglesia del Santuario de Misericordia de la localidad zaragozana de Borja, guarda cama por un «ataque de ansiedad».
Vecinos y allegados de la mujer han informado este jueves de que la anciana, de 81 años, se encuentra en la cama con un ataque de ansiedad desde que este miércoles diera la vuelta al mundo la noticia del «destrozo» que involuntariamente provocó a un fresco de Jesús, de escaso valor artístico, pintado en uno de los muros de la iglesia.
Las fuentes han señalado que estaban tratando de que la mujer ingiriera alimentos, ya que estaba «desganada» debido a su estado de ansiedad.
La vivienda de Cecilia Giménez se encuentra a escasos metros de la iglesia del Santuario de Misericordia, donde llevó a cabo «motu proprio» labores de restauración de la pintura sin disponer de los conocimientos necesarios para ello.
La mujer, en declaraciones que hizo ayer a TVE, dijo que el cura del templo estaba al tanto de lo que hacía, así como la mayor parte del pueblo: «todo el mundo que entraba en la iglesia me veía pintando, nunca lo hice a escondidas», dijo, y se preguntó: «¿Cómo lo voy a hacer yo sin que me lo digan?».
El Ayuntamiento de Borja no descarta la posibilidad de emprender acciones legales contra la anciana por cuya acción la pintura, muy deteriorada en sí, ha quedado «totalmente destrozada», según ha dicho el concejal de Cultura, Juan María Ojeda.
Ojeda señaló, no obstante, que hay que tener en cuenta muchas cuestiones, entre ellas que se trata de una obra no catalogada por lo que «el nivel de agresión es diferente», al tiempo que apuntó que la atención mediática dedicada a este asunto ha sido «desproporcionada».
(Rd/Efe)