No me parece mal ningún mensaje que ayude a la persona a crecer. Hay situaciones extremas como catástrofes o atentados en los que aparece la figura muy necesaria del psicólogo, pero es complementaria
El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, se ha mostrado «enormemente sorprendido al comprobar como después de casi un año y medio de gobierno conservador aún no se han puesto en marcha lo trámites necesarios para modificar la Ley del Aborto» impulsada y aprobada por el anterior ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero con el voto en contra de los ‘populares’.
Sanz Montes, en una entrevista concedida a Europa Press, ha manifestado que en la oración en la Santa Misa se comienza pidiendo perdón por las obras, palabras, acciones u omisiones y señala que «es igual de malo el generar políticas abortivas como el no salir al encuentro para corregir esa políticas«.
En este sentido, el Prelado ha destacado que el PP enarboló en su día la bandera electoral en contra del aborto a la hora de captar determinados votos y ha recordado que «lo mismo ocurre con la eutanasia, el mal llamado matrimonio homosexual y en políticas educativas«.
Don Jesús Sanz ha manifestado que siempre hay que estar alerta contra los ataques de los enemigos de la Iglesia, es decir, todos aquellos que defienden un discurso en contra de la vida, de la familia, de la libertad, de la educación y de la paz.
«Si defendemos la bandera de la vida tendremos como enemigos a esa oposición política, mediática y estructural, que dice sí al aborto y sí a la eutanasia; mientras que si decimos no a la corrupción y no a determinadas alianzas tendremos enfrente a otra opción política. Son enemigos pero en distintas trincheras», manifiesta el Arzobispo.
Sobre este asunto, monseñor Sanz Montes insta a los católicos a defender sus creencias «sin complejos» ante lo que llama «una cultura descreída que pretende ser postcristiana», y para ello anima a los creyentes a adquirir y empaparse de la cultura y de la historia de la Iglesia para defender sus valores.
En este sentido, ha reconocido la importante labor que en estos tiempos los laicos están realizando en la Iglesia. «Puede parecer una emergencia coyuntural ante la falta de sacerdotes paras las 950 parroquias asturianas, una mal llamada subcontrata, pero no se trata de eso, sino que la circunstancia nos ha descubierto que los laicos como los religiosos tienen mucho que decir y hacer en la Iglesia».
Preguntado por unas conclusiones finales del Sínodo que se celebró en la Iglesia de Asturias en 2011, el Arzobispo ha manifestado que espera presentar en dos meses un Plan Pastoral Diocesano «con el resultado del recorrido sinodal» para «poner nombre a los retos dentro y fuera de diócesis.
«Algunos de los puntos clave que abordará este Plan será la escasez vocacional, la redistribución del clero, el cómo dirigirnos a los jóvenes, seguir acompañando a las familias, que hacemos con los pobres o como conservar el patrimonio», explica.
A la pregunta de sí el mensaje de la Iglesia está fallando al comprobar la multitud de libros de autoayuda o ‘coaching‘ que se están convirtiendo en ‘best seller’ y que podrían sustituir el mensaje religioso, Monseñor Sanz Montes ve con buenos ojos la lectura de estos libros ya que cree que la ayuda psicológica es complementaria al mensaje de la Iglesia.
«No me parece mal ningún mensaje que ayude a la persona a crecer. Hay situaciones extremas como catástrofes o atentados en los que aparece la figura muy necesaria del psicólogo, pero es complementaria, en ningún caso el profesional puede suplir la labor de la Iglesia», asegura.
En cuanto a la juventud, don Jesús ha destacado que se está viviendo un «trasiego histórico» en donde «hay una crisis de padre» al afirmar que los padres han dejado su función educativa a la escuela, a la calle o a la pandilla. «No hay ni educador ni referentes morales», añade.
Aún así, añade que «no hay nadie en el mundo de la música, del deporte, o de la cultura que logre congregar a tantos jóvenes como la Iglesia; y no los convoca ni para beber alcohol, ni para drogarse, ni para bailar hasta el éxtasis, sino que lo hace con una finalidad educativa».
Sanz Montes ha afirmado que el Papa Francisco «tiene una mente ignaciana pero un corazón franciscano«, ya que atesora una gran preparación cultural y por sus palabras y sus gestos es «humilde y cercano con quien más lo necesita». Y lo define como un fiel hijo de la Iglesia, un hombre de la fraternidad y de la paz.
Monseñor Sanz Montes ha confesado que la primera sensación que tuvo al conocer el nombre del nuevo Papa fue de «sorpresa» ya que «no figuraba inicialmente como uno de los candidatos, aunque ha explicado que en estas «elecciones» no hay candidaturas propiamente dichas y el elector principal es el Espíritu Santo que se vale de los cardenales para nombrar al sucesor de Pedro.
«No hablamos de alguien que tenga o se presente con un nuevo programa, sino que es alguien que cuenta lo mismo que el resto de candidatos y no es otra cosa que el Evangelio», sostiene el arzobispo.
El prelado destaca que por primera vez, el Papa, es alguien que viene América del Sur, «una tierra que sabe de sufrimiento, que ha tenido batallas internas, que tiene índices altos de pobreza» y cree que su origen y sus experiencias marcarán las actuaciones del Santo Padre. «Por ello ha escogido el nombre de Francisco, el de Asís, Santo popular donde los haya al que no se le han conocido enemigos ni dentro ni fuera de la Iglesia y que siempre ha estado al lado de los más necesitados, como eran los mendigos y los leprosos», apunta.
También ha destacado su condición de Jesuita, y ha señalado que la Compañía de Jesús ha estado siempre a la vanguardia de la evangelización y que no ha conocido nunca fronteras ni culturales, ni en el mundo de la enseñanza, ni en las misiones. «Los jesuitas siempre se han caracterizado por ser grandes teólogos, pastores con una profunda espiritualidad y que a través de los siglos ha sido una Orden muy influyente en el conjunto de la Iglesia», apunta.
«Los jesuitas siempre han tenido mucho poder porque han adquirido una cultura que les ha dado el bagaje suficiente para ser poderosos, y lo que han sabido hacer es utilizar esa ventaja para servir a los demás, para ayudar y para enseñar» asegura el prelado, y añade que «educar viene del latín ‘Educere’, que significa guiar o acompañar a la persona en el descubrimiento de las cosas».
El arzobispo de Oviedo ha señalado que el nuevo Papa se enfrenta a nuevos retos y ha destacado cuatro que desde su punto de vista deben de ser abordados con urgencia. El primero de ellos, es un objetivo «ad intra» que Francisco ya ha apuntado, y es erradicar el «carrerismo», ya que «el Ministerio significa servicio a los demás y no se debe de confundir con el poder individual mundano puro y duro». «la estructura de la curia recibirá una llamada a purificar este servicio», añade.
En este sentido Monseñor Sanz Montes ha destacado la importancia del nombramiento del cardenal secretario de estado, que va a ser su ayuda y «con el que tendrá que confrontar», ya que a su juicio, «no debe de ser una persona servil y que aplauda todas sus decisiones sino que deberá ayudarle y remar en la misma dirección».
Otro de los retos que deberá afrontar Francisco, según Sanz Montes, son los casos de «corrupción moral» dentro de la Iglesia y ha recordado que el Pontífice ha recibido el informe secreto elaborado por una comisión de cardenales y que tras su estudio adoptará las medidas oportunas para purificar la Iglesia. «Aún así lamento que haya personas que pretendan reducir la historia de la Iglesia a los casos de pedofilia», señala.
La tercera gran meta del Santo Padre, a juicio del prelado, es la evangelización «ante un mundo que se quiere considerar postcristiano». «Tenemos raíces cristianas en este continente pero quizá no están reverdeciendo como en otros tiempos», y añade que hay que buscar un mensaje para llegar con claridad a los jóvenes y a los que lo están pasando mal.
Y por último, el cuarto objetivo es la tendencia que busca la restauración y la unidad de los cristianos, el ecumenismo. Para el arzobispo es momento de la unidad de las confesiones religiosas cristianas «con nuestros matices y sin hacer tabla rasa». También ha valorado el esfuerzo de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI por hacer gestos importantes y establecer puentes con las religiones judía y musulmana.
(RD/Ep)