Como se puede apreciar en el vídeo, la calidad de imagen es baja y movida, pero las posteriores fotografías tienen suficiente calidad como para que se reconozca el rostro del cura
La difusión de las polémicas imágenes donde el cura de Churra es, presuntamente, grabado manteniendo relaciones sexuales con otro hombre, están dando mucho que hablar. El expárroco ha sido cesado e insiste en que las imágenes son un montaje. José Ortega, del departamento de investigación de la Agencia de Protección de Derechos del Ciudadano, habló para el programa ‘Espejo Público’ de Antena 3.
Las claves estarían, según Ortega, en que las fotografías que le implican no coinciden con la calidad de imagen del vídeo del que dicen proceder, y que las propias fotografías muestran incongruencias físicas.
El principal problema con las fotografías -que han corrido como la pólvora a través de Facebook y Twitter- está en que presuntamente fueron extraídas del vídeo que grabó un ciclista al pasar por el paraje de Coto de los Cuadros, una finca en la que se practica ‘cruising‘, es decir, en la que personas buscan parejas para relaciones sexuales esporádicas o que practiquen la prostitución.
Como se puede apreciar en el vídeo, la calidad de imagen es baja y movida, pero las posteriores fotografías tienen suficiente calidad como para que se reconozca el rostro del cura.
Apunta a que después de haber analizado las imágenes, se observa claramente en una de ellas, en las que el párroco aparece de lado, que el vértice entre los hombros, su miembro y el ombligo, no coincide.
«El ombligo está desplazado ocho centímetros a la derecha».
Ortega dice seguro que han podido superponer la cabeza del párroco en el cuerpo de otra persona. Apunta a que existen programas de edición que permiten editar fácilmente esas imágenes.
Asimismo, señala que el cuello parece que está más hundido de lo normal, y el ombligo está sobre el hombro en lugar de en posición recta con la garganta.
Además, las imágenes que se han difundido, explica, se tratan de frames sacados del propio vídeo que un ciclista grabó, por lo que debía temblar mucho más la imagen, por lo que, seguramente, haya pasado por un programa de edición para retocarla.
Ortega afirma que un experto, se daría en cuenta enseguida, y en la Agencia de Protección de Derechos del Ciudadano solo tardaron diez minutos en ver que se trataba de un montaje.
(Rd/Agencias)