Las dos organizaciones prevén un saludo especial del Papa al final del mismo, aunque no un mensaje específico como en anteriores ocasiones
(Jesús Bastante).- El domingo 29 de diciembre, por la mañana, tendrá lugar la ya tradicional Misa de las Familias, con conexión con el Papa incluida, en la madrileña plaza de Colón… y en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. El cardenal Lluis Martínez Sistach ha convocado una celebración eucarística «para orar por la familia y por el Sínodo», a la que asistirán los obispos catalanes y el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Vicenzo Paglia.
Dos celebraciones (al menos, pues es más que posible que en esta ocasión sean muchos los prelados que celebren la festividad de la Sagrada Familia en sus diócesis) que coincidirán en el tiempo y que ponen de manifiesto que el modelo de las concentraciones de Colón, copadas por el Camino Neocatecumenal y con un claro sesgo político, no sintonizan con los nuevos aires de Francisco.
La misa de la Sagrada Familia arrancará a las diez y media, justo cuando en Colón Kiko Argüello comience su predicación del Kerigma. A las doce, ambas celebraciones conectarán vía satélite con el Angelus de Francisco en Roma.
Las dos organizaciones prevén un saludo especial del Papa al final del mismo, aunque no un mensaje específico como en anteriores ocasiones. Tras el Angelus, concluirá el acto en la Ciudad Condal, y comenzará la Eucaristía en Madrid, presidida por el cardenal Rouco y con la presencia, por parte de la Curia, del cardenal Antonio Cañizares. Cosas veredes…
El pasado miércoles, durante la presentación de la fiesta de la familia de Colón, el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig, no supo decir qué obispos acudirían a la misa en Madrid, ni si habría presencia de otros países. Este acto, organizado casi en exclusiva por el Camino Neocatecumenal, ha venido precedido por una serie de declaraciones de sus responsables. «Nunca ha sido tan maltratada la familia natural por las leyes en España como ahora«, subrayaba Reig.
En la misa de Barcelona, en cambio, la convocatoria habla de «orar por la Familia y por el Sínodo» que, convocado por el Papa a partir de la sugerencia del «G-8» cardenalicio, prevé debatir sobre aspectos relacionados con la pastoral familiar y matrimonial, para lo que se ha enviado un cuestionario a todos los obispos, movimientos familiares y asociaciones.
Sea como fuere, lo cierto es que Madrid ya no será, como anunció el miércoles Reig Plá, «la capital mundial de la familia cristiana». Al menos, en Barcelona habrá un acto -menos multitudinario, pues se llevará a cabo en el interior del templo diseñado por Antoni Gaudí- que también está avalado por Roma, como demuestra la presencia en el mismo de monseñor Paglia, «ministro» vaticano de Familia.