El papel de la Iglesia no es tomar partido por un candidato, sino recordar a cada elector lo que nuestra fe nos invita a tener en cuenta
(C. Doody/Agencias).- Hoy domingo, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, representantes de casi todas las principales religiones del país piden el voto para Emmanuel Macron. La única en no sumarse al frente contra Marine Le Pen ha sido la Iglesia católica, la cual ha sido duramente criticada por su «falta de moral» al no querer tomar partido por un candidato u otro.
«Nada viene antes que la paz y sólo un voto republicano por Emmanuel Macron garantizará una Francia fortalecida por toda su historia y confianza en su futuro, así como su capacidad para alumbrar al mundo», señalaron en un comunicado conjunto representantes de las minorías judía, musulmana y protestante del país.
«Profundamente comprometido con los valores republicanos de nuestra divisa, libertad, igualdad, fraternidad, así como los valores universales de acogida, apertura hacia el otro y solidaridad, invitamos a los franceses a movilizarse el día 7 para hacer triunfar por la vía de las urnas a la Francia generosa, tolerante y abierta al mundo», escribieron.
El llamamiento está firmado por el presidente de la Federación Protestante de Francia, Francois Clavairoly, el del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), Anouar Kbibech, y el Gran Rabino de Francia, Haim Korsia.
Representantes de los tres grupos religiosos habían pedido anteriormente el voto para Macron para evitar que su rival, la líder del ultraderchista Frente Nacional Marine Le Pen, llegue al poder.
La Iglesia católica, la mayor entidad religiosa en el país con mucha diferencia, se ha negado a tomar una posición clara, pese a que varios obispos católicos han pedido un voto contra Le Pen.
Le Pen ha argumentado reiteradamente que Francia sufre una ola de fundamentalismo islámico. También indignó a los judíos del país al decir que Francia como nación no es responsable de la detención de judíos en tiempos de guerra, que fueron arrestados por la policía francesa para ser después deportados a campos de exterminio alemanes.
Sin embargo, mostró dureza con los negacionistas del Holocausto dentro del Frente Nacional. Incluso su padre, el fundador del partido Jean-Marie Le Pen, fue expulsado de la formación política por sus repetidos comentarios minimizando el Holocausto.
Duras críticas a la Iglesia católica por no sumarse al frente anti-Le Pen
Por otra parte, el vespertino francés Le Monde ha cuestionado la ausencia de pronunciamiento de la Conferencia Episcopal francesa para la segunda vuelta y recuerda las «sorprendentes declaraciones» del Papa Francisco sobre el tema.
«Mientras las instituciones judías, protestantes y musulmanas invitaron a impedir la victoria de Marine Le Pen, la Conferencia Episcopal se negó a llamar a votar por Emmanuel Macron», afirma el editorial del diario Le Monde del 3 de mayo.
«Este silencio ha provocado un profundo malestar entre los fieles, llevando a varios obispos y grupos de militantes a pronunciarse contra la candidata del Frente Nacional», sostiene el vespertino en la tribuna titulada «Presidencial: la falta moral de la Iglesia de Francia».
Le Monde recuerda que en 2002, cuando Jean-Marie Le Pen se calificó para la segunda vuelta frente a Jacques Chirac, la Iglesia de Francia «no había invocado su derecho a mantener reserva». «Monseñor Jean-Pierre Ricard, entonces presidente de la Conferencia Episcopal, se había comprometido contra la extrema derecha», señala.
Según el periódico, el presunto malestar de los fieles católicos «se nutre por las sorprendentes declaraciones del Papa».
Le Monde apunta que Francisco no había dudado en «denunciar los populismos o cuestionar la voluntad de Donald Trump de construir un muro con México». «Pero, interrogado en el avión que lo traía de regreso de Egipto, el Papa eludió el tema: ‘Sé que uno de los candidatos es un representante de la derecha fuerte’, declaró, ‘pero el otro, realmente, no sé de dónde viene y por eso no quiero dar una opinión tajante de Francia'», refiere el periódico.
Postura la del Papa que ha sido respaldada por el presidente de la Conferencia Episcopal francesa y arzobispo de Marsella, Georges Pontier, en un mensaje colgado en la web del episcopada nacional.
«¿Qué es más fácil, decir que hay que votar por este o por aquel, o invitar a la reflexión y al discernimiento?», escribió Pontier, alegando que la reserva de la Iglesia ante las elecciones presidenciales obedece a «las dificultades para hacerse una opinión en este clima de histeria».
«El papel de la Iglesia no es tomar partido por un candidato, sino recordar a cada elector lo que nuestra fe nos invita a tener en cuenta: la acogida del otro en su diferencia, la importancia de la familia y el respeto de la filiación, la necesidad de respetar la libertad de conciencia y la justa distribución de la riqueza», sentenció el prelado.