Thierry Henry, delantero del Arsenal que estaba muy cerca de jugar en el Barcelona la próxima temporada, y por quien también pujaba el Real Madrid, seguirá en el equipo londinense las próximas cuatro temporadas. El jugador francés parece que ha querido amargar un poco la gran celebración blaugrana de la Champions League.
En declaraciones al periódico británico ‘The Sun’ el jugador galo reconoció que seguirá en el Arsenal «hasta que pueda seguir corriendo», y que no podía abandonar el club inglés por fidelidad a sus aficionados que «son como mi familia».
«Mi equipo me demostró en la final de la Liga de Campeones que no tengo que irme, me demostraron que tienen corazón. Todo estuvo en el aire mucho tiempo, pero al final del día el equipo hizo su partido».
«La situación ha estado en aire durante mucho tiempo, pero al final el equipo ha elevado su nivel de juego», explica el jugador, que hace meses exigió un grupo competitivo capaz de luchar por los grandes trofeos. «No se me interprete mal, me encanta el Barcelona, pero en la noche del miércoles, el Arsenal me mostró su corazón».
«No me malinterpretéis, me encanta el Barcelona, pero el miércoles el Arsenal mostró tener corazón. Tras el partido fui a aplaudir a los aficionados y ellos me aplaudieron a mí».
Así, las negociaciones para la renovación de Henry, de 28 años, comenzaron el jueves y se espera que se cierren en las próximas horas.
En su decisión, quizá también pese la declaración del técnico de los ‘Gunners’, el francés Arsène Wenger, tras perder la final de la Liga de Campeones: «Existe un gran futuro para este club, pero necesitamos a Henry para conseguirlo. Es el mejor jugador del mundo».
De permanecer en su club actual, como el propio futbolista asegura, Henry firmaría un contrato por cuatro años, prácticamente hasta el final de su carrera. «Espero cerrar los detalles hoy», concluye.
