El Akasvayu Girona logró en Sevilla una importante victoria ante un rival directo en el objetivo de disputar la próxima edición de la Copa del Rey, el Caja San Fernando, al que venció holgadamente por 69-87 con un juego inteligente, sabiendo esperar el momento para doblegar a un cuadro local muy inferior en la zona y que dominó mientras se lo permitió su juego exterior.
Dicha fase de color andaluz comenzó en el arranque del encuentro merced al acierto de Ignerski y Longin -cuatro triples entre los dos- y la defensa alternativa de los de Comas, lo que les permitió dominar el marcador con holgura (26-17, minuto 9). En el Akasvayu sólo el juego interior funcionaba así como la defensa de Sada sobre Price, al que anuló, pero la rémora venía dada por la escasez de puntería en el tiro. Otro triple de Ignerski elevó la ventaja cajista a los doce puntos ya en el segundo cuarto (31-19, minuto 11).
Era la evidencia de que el juego de conjunto sevillano superaba a las individualidades gerundenses pese a las personales de los aleros y la falta de concentración de Alexander, recién llegado de Estados Unidos. No obstante, apenas el acierto exterior del Caja San Fernando ‘cojeó’, el Akasvayu -haciendo del rebote y el contraataque unos valiosos aliados- se animó, se colocó a rebufo (38-37, minuto 19) y, en un segundo tirón, tomó el liderato en el luminoso justo antes del descanso (42-44).
Las tornas habían cambiado y mal pintaban las cosas en la segunda mitad para el equipo local, aún sin Antonio Bueno -recuperándose de su esguince de tobillo- y cargado de personales en tres de sus piezas clave. En los primeros minutos tras la reanudación, los augurios se cumplieron. El colapso de ideas de los sevillanos contrastaba con la fluidez gerundense -capitaneada por un Marinovic que ya había dado otro aire al equipo en el segundo cuarto- y el luminoso abrió brecha a favor de los visitantes (48-63, minuto 26) tras un parcial de 0-8.
Comas, técnico local, ordenó el cambio a defensa zonal y la solución -junto con el inmaculado tino en el tiro libre- sirvió para alimentar esperanzas (58-67) en el último período, las mismas que se encargaron de destrozar McDonald, Salenga y Gabriel con tres triples consecutivos (60-76, minuto 33) que resultaron definitivos. Los últimos minutos sólo sirvieron para incidir en la espesura mental del Caja San Fernando -que encadena tres derrotas consecutivas, dos de ellas muy severas- y para el registro de la máxima diferencia de todo el partido: 66-85 a un minuto del final.
