Luis Fabiano y Robinho ‘curan’ a Brasil

(PD).- Brasil, cuyo supuesto mal estado futbolístico fue tema de muchas crónicas en las últimas semanas, recurrió al talento de sus jugadores para golear a domicilio a un inoperante Chile por 0-3, marcador que incluso pudo ser mayor a favor del visitante.

La diferencia entre ambos equipos parece dar la razón a quienes sostienen que de nada sirve tener un director de orquesta brillante si los músicos desafinan, que es lo que le ocurrió hoy a Chile.

El estilo agresivo del argentino Marcelo Bielsa, su intención de mantener un ritmo intenso durante los 90 minutos de nada sirvieron, los chilenos generaron muchas jugadas de ataque y no aprovecharon ninguna.

Los brasileños, en cambio, atacaron menos, pero con habilidad y la sapiencia suficientes para neutralizar la rudimentaria técnica, marca y orden de los defensores locales.

El primer tiempo fue para Chile un desastre; se fue al descanso con dos goles de desventaja, que pudieron haber sido cuatro, si no es por el portero Bravo, que en el minuto 38 le neutralizó un penalti a Ronaldinho, tras una falta de Marco Estrada sobre Diego.

Aparte de Bravo, una correcta conducción de Matías Fernández y una que otra arremetida de Alexis Sánchez, más vistoso que efectivo, Chile sólo mostró el afán de sus jugadores de cumplir el libreto del entrenador Marcelo Bielsa, que no encontró intérpretes sobre el pasto del Estadio Nacional.

La mayor parte del tiempo el balón estuvo más cerca de la portería de Brasil, pero Julio César no pasó ningún apuro: las más claras ocasiones chilenas fueron dos remates que Humberto Suazo, bien servido primero por Fernández y después por Arturo Vidal, desvió desde inmejorable posición (ms.13 y 26).

Brasil, por su parte, tuvo pocas llegadas, pero letales: en el minuto 20, Ronaldinho sirvió un saque de falta llovido sobre el área y Luis Fabiano, de cabeza y a placer, desvió la pelota a un rincón para abrir la cuenta, con la defensa chilena absolutamente pasiva.

A los 44, Luis Fabiano aprovechó otro error defensivo y se la sirvió a Robinho, que no perdonó y anotó el segundo.

Con Jorge Valdivia en el campo, además de Roberto Cereceda y Jean Beausejour, Chile intensificó en el segundo tiempo su presión y los balones menudeaban sobre el área brasileña, pero Suazo no estaba en su noche y siguió desperdiciando balones que recibía con ventaja.

Así y todo, dio la sensación durante algunos minutos que la historia podría cambiar, sobre todo después que el defensa brasileño Kléber vio su segunda amarilla y la roja, pero Jorge Valdivia se encargó de emparejar las cosas, con una torpe entrada en plancha sobre un rival, en una jugada intrascendente, que le significó la expulsión directa.

Ahí se acabó Chile, pese a que Dunga, tras la expulsión de Kléber, sacrificó a Ronaldinho y envió a la cancha al defensa Juan.

Luis Fabiano fue un puzzle sin solución y tuvo varios balones de gol, conjurados por el portero Bravo o algún defensa, como Gonzalo Jara, que en el minuto 66 sacó un balón de la línea.

Pero el delantero del Sevilla no cejó en la búsqueda de su premio y lo obtuvo en los 83, cuando tras una jugada de Maicon le robó el balón al defensa Medel y con un toque rasante y al centro superó a Bravo.

Fue la lápida para Chile, que impotente debió resignarse a la quinta goleada consecutiva que Brasil le propina en los últimos cinco partidos disputados.

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