Son muchas las personas que quieren aumentar su rendimiento y resultados en el gimnasio, las mejoras más demandadas y deseadas son: quemar más grasa, aumentar la fuerza y ver un crecimiento muscular mayor. Para esto, la industria de los suplementos deportivos no para de crear productos complejos bajo denominaciones como “super-macrofórmula” o “total-anabolyc”. Por supuesto el precio de estos artículos es muy alto, directamente proporcional a la pomposidad de su nombre.
Sin embargo, la ciencia, los resultados comprobados, el impacto real en el metabolismo y estructuración celular y los años de estudio dejan (usándolos correctamente) únicamente a tres sustancias o suplementos que realmente sí funcionan.
A continuación, os vamos a enumerar por orden de efectividad los productos en los que sí merece la pena gastar vuestro dinero. Hoy empezaremos por “la reina de la fuerza y la musculación”.
Creatina Monohidratada Kre-Alkalyn
Encontrarás millones de creatinas con nombres de lo más rimbombantes, dibujos, fotos súper motivadoras e incluso con las letras de la marca bañadas en oro, pero lo cierto es que de lo único de lo que debes preocuparte es de que su composición y tratamiento obedezca explícitamente al título de este párrafo. Por tu salud, por tus resultados y por supuesto para que no tires el dinero.
Efectos y beneficios
Esencialmente, la principal función de la creatina es almacenarse en forma de fosfocreatina, una sustancia altamente energética, y cuya liberación es más rápida incluso que la de la glucosa. De hecho, a elevadas intensidades, la fosfocreatina es el principal sustrato energético usado por los músculos.
A elevadas intensidades, la suplementación con creatina ayudará a realizar más esfuerzos (más repeticiones o levantar más peso), algo que en consecuencia aumentará el rendimiento y la masa muscular. Así mismo, la toma de creatina en forma de suplementación aumenta la retención de líquidos a nivel celular, aumentando también la percepción de masa magra, pero a su vez mejorando la permeabilidad muscular y la absorción de aminoácidos desde el torrente sanguíneo hacia las células musculares. O lo que es lo mismo, aumenta los depósitos líquidos del músculo, por lo que estando bien hidratado e incluso sobrehidratándose durante la toma de este suplemento, podremos llegar a agrandar nuestros músculos al “llenarlos de agua”.
Otra gran falsa leyenda de la creatina es que no debemos tomarla cuando queramos definir, porque “engorda”. Estemos en volumen o definición podremos tomar creatina, ya que los efectos (o más bien beneficios) de esta, no interfieren con el objetivo de ninguna de las dos fases mencionadas, en cualquier caso, estamos hablando de un suplemento tan polivalente que las consecuencias de tomarlo valen tanto para una cosa como para la otra.
¿Por qué debe ser monohidratada y kre-alkalyn?
Encontraremos en el mercado diferentes formas de creatina (Monohidrato, HCL, fosfato, citrato, etc) pero la mejor de todas por ser la que cuenta con más estudios científicos a lo largo de los años que respaldan sus evidentes efectos, beneficios y ha demostrado tener mayor eficacia y seguridad de uso es la creatina monohidratada.
El segundo requisito (kre-alcalyn) tiene una explicación muy sencilla: ha sido tratada y modificada para que su nivel de absorción sea mucho más alto que el de una creatina al uso, esto se consigue gracias a que dicho tratamiento consiste en elevar el PH de la misma (hasta 12ph). Con esto, necesitaremos consumir menos cantidad (la cantidad justa) ya que el desperdicio de nuestra preciada sustancia será mínimo. Es decir, conseguiremos ahorro y sobre todo eficiencia.
¿Cómo y cuándo tomarla?
Encontrarás multitud de teorías y consejos al respecto, pero lo cierto es que la fórmula que debes seguir para conseguir efectividad es sencilla. En primer lugar: 0’8gr de creatina por kilo de peso corporal, es decir, una persona de 70kg debe ingerir 5’6gr de este suplemento diarios, hagas o no deporte ese día, y con esto, viene la segunda y esencial pauta: la regularidad. Tu cuerpo necesita generar, metabolizar y obtener unos depósitos de creatina que sólo conseguiremos siendo constantes al tomarla, de hecho, hasta que no consigamos tomar nuestra dosis diaria sin fallo durante tres semanas seguidas, no tendremos un nivel óptimo para que esta sustancia actúe con total eficacia, de hecho, el día que se te olvide la toma, se produce un “vaciado” que nos hace volver al punto de partida (al primer día de toma).
No hay estudios respaldados que confirmen beneficios relevantes al tomar la creatina en ayunas, media hora antes del entrenamiento o media hora después. Esto será chocante para vosotros ya que en el mismo envase del producto, dependiendo de la marca, aparece en su “modo de empleo” que se debe tomar antes del ejercicio (en su mayoría) o con el desayuno con el estómago vacío o una cantidad por la mañana y otra por la tarde… El hecho de que ni las marcas se pongan de acuerdo evidencian la conclusión con la que comenzábamos este párrafo. En la parte trasera de los “botes” también podréis encontrar la cantidad “adecuada” y predefinida para vosotros (sin saber si pesáis 45 o 95 kilos).
La única recomendación lógica y efectiva (ahora que sabemos cuánto tomar) es que tomemos nuestra dosis a la misma hora todos los días, ya que así le habremos dado a nuestro cuerpo un ciclo natural de 24 horas para procesar la sustancia.
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