El 11 de febrero de 1990 James Douglas consiguió arrebatar el trono mundial a Mike Tyson. El estadounidense noqueó a un ‘Iron Mike’ que, hasta entonces, ostentaba un récord de 37 victorias y cero derrotas en el décimo asalto.
Todo ocurrió en Tokio, y Bobby Brown, íntimo amigo de Mike Tyson, dio a conocer el por qué de ese K.O tan inesperado en un documental transmitido por el canal A&E. «Solíamos hacer locuras. Hubo momentos en los que festejábamos muy, muy duro, y uno de esos fue en Tokio antes de la pelea con Buster Douglas», explicó el rapero.
«Fueron dos días. Debía haber dos docenas de chicas en la habitación conmigo y Mike… Y festejamos. Yo estaba tratando de decirle que durmiera un poco. ¡Aunque en el combate durmió un poco!» concluyó Brown.
Entre risas, el cantante le dijo al entrevistador que no pusiera la última parte porque Tyson le iba «a matar». Pero estas palabras de Bobby Brown no llegan por sorpresa. Precisamente porque Tyson ya relató algunas algunas de estas ‘aventuras’ de esos días previos al combate que perdió contra Douglas en Tokio.
Lo hizo en su autobiografía, donde confesó:
«El 8 de enero de 1990, subí a un avión para volar a Tokio. Pateando y gritando. No quería pelear; todo lo que me interesaba entonces era salir de fiesta y tener sexo con mujeres. No consideré a Douglas como un gran desafío. Ni siquiera me molesté en ver ninguna de sus peleas en video. Yo había vencido fácilmente a todos los que lo habían noqueado».
La fama había cegado al campeón y las drogas y el alcohol ya eran actores principales de sus noches en donde el sexo era la estrella. «Además de tener sexo con las sirvientas, estaba viendo a una joven japonesa con la que había tenido sexo la última vez que estuve en Japón. Robin (su esposa) salía de compras y yo bajaba a la parte trasera del hotel donde esta joven tenía una habitación… Así que ese fue mi entrenamiento para Douglas».
«Cuando era joven, era un animal con dinero. Le daba dinero a la gente, a todos, festejaba con todos y tenía sexo con sus madres, sus hermanas y sus primas… orgías. Estaba loco. Estaba tan enfermo y no tenía idea de que estaba tan enfermo», confesó además en 2010 el boxeador.
Ahora, Tyson se dedica al negocio de la marihuana medicinal, a través de gominolas. Y, por el momento, no hay fecha para que el neoyorquino regrese al ‘ring’.