(PD).- La economía española caerá un 2,6% de media en 2009 y un 1,3% en 2010, mientras que la recesión se extenderá al año 2011 si el Gobierno no lleva a cabo un amplio programa de reformas en el ámbito fiscal, financiero, laboral y educativo, según el consenso económico de PricewaterhouseCoopers (PwC).
Sin embargo, la gran mayoría de los economistas y empresarios que forman el consenso cree que la economía está atravesando la parte «más negativa» del ciclo en el primer semestre del año, de manera que los retrocesos del PIB será cada vez menos acusados en los próximos trimestres.
Aún así, seis de cada diez expertos asegura que la actividad caerá más de un 3% este año, mientras que las opiniones sobre el año 2011 están divididas entre los que vaticinan un «largo e inevitable» periodo de recesión y los que vinculan la vuelta al crecimiento a una eventual recuperación de las principales economías internacionales y a un acuerdo entre Gobierno y agentes sociales para llevar a cabo una «profunda reforma» del modelo económico actual.
La mayoría de los panelistas vislumbra una tendencia hacia la estabilización de la situación económico-financiera de las familias en el próximo semestre tras tocar fondo en la primera mitad de este año.
En concreto, el 57% prevé una situación similar de las familias dentro de seis meses y sólo un 34% anticipa una coyuntura todavía peor a lo largo del próximo semestre. Asimismo, los expertos han moderado su pesimismo sobre el consumo privado y la inversión en vivienda de las familias entre julio y diciembre, aunque las opiniones que prevén una disminución de ambos indicadores siguen siendo mayoritarias.
En cambio, han mejorado sus opiniones sobre la evolución de las exportaciones empresariales en 2009, ya que un 43% de los consultados cree que disminuirán las ventas al exterior, 17 puntos menos que hace tres meses, mientras que un 42% espera que permanezcan estables.
En cuanto a las reformas que habría que adoptar con cierta celeridad para propiciar una reactivación más vigorosa y sostenible de la economía, los empresarios y economistas destacan la necesidad de que el Gobierno aumente los estímulos fiscales a través de la reducción de las contribuciones a la Seguridad Social, la rebaja del Impuesto de Sociedades y el aumento del gasto público en infraestructuras.
Reducir los impuestos directos
Sobre las áreas prioritarias de gasto, la amplia mayoría destaca las inversiones en infraestructuras y cree conveniente reducir los impuestos directos a personas y empresas e incrementar los indirectos, apostando, en concreto, por subir el IVA y reducir las cuotas empresariales a la Seguridad Social.
En el ámbito financiero, el consenso de PwC constata la elevada restricción del crédito que impera en el sistema y subraya los elevados incrementos de los diferenciales en los préstamos a largo plazo aplicados por las entidades financieras a compañías y particulares, al tiempo que considera que el ICO podría aumentar el volumen de sus línea, agilizar la concesión de créditos y aumentar el número de sectores a los que se dedica.
Sí a la intervención financiera
En cuanto a los riesgos de insolvencia de algunas entidades, ocho de cada diez expertos afirman que las autoridades deberían intervenir para liquidarlas de manera «ordenada» si fuese necesario y la gran mayoría se declara partidaria de fomentar las fusiones entre entidades. En cambio, rechazan la creación de un ‘banco malo’ al que destinar los activos dañados de los balances.
En esta misma línea, nueve de cada diez panelistas cree que el Gobierno debería impulsar la reforma de la Ley de Cajas y considera que el Banco de España debería tener preparada una hoja de ruta de rescate después de la intervención de Caja Castilla-La Mancha, aunque, en caso de que fuera necesaria otra intervención, apuestan por usar el Fondo de Garantía de Depósitos sin que actúe directamente el Tesoro Público.
Asimismo, la gran mayoría creen conveniente que las entidades amplíen sus aportaciones a este fondo.
Momento idóneo para la reforma laboral
En otro orden de cosas, la práctica totalidad de los expertos cree que la coyuntura actual es la idónea para llevar a cabo las reformas del mercado laboral y del sistema educativo, diseñando más políticas de formación y reciclaje, ligando la evolución de los salarios al incremento de la productividad y haciendo que prevalezcan los acuerdos de empresa en la negociación colectiva.
Por otro lado y sobre la evolución de los precios, los empresarios y economistas descartan el peligro de la deflación, ya que dos de cada tres panelistas creen que el IPC subirá en la segunda mitad del año y se situará por encima del 0% a finales de 2009. Además, el 35% de los encuestados cree que los precios se colocarán entre el 0% y el 0,5% en diciembre y un 28% sitúa la inflación entre 0,5% y el 1,5% al final del ejercicio.
Finalmente y en cuanto a los tipos de interés, el 31% de los encuestados cree que el Banco Central Europeo (BCE) los mantendrá en el 1% hasta el final de año y el 36% anticipa subidas de tipos a lo largo del primer semestre de 2010 como consecuencia de las mejores expectativas económicas y el previsible repunte de la inflación.