MUNDO CRUEL

El drama de las viudas de la Guardia Civil: 300 euros para llegar a fin de mes

El drama de las viudas de la Guardia Civil: 300 euros para llegar a fin de mes
El tricornio y la Guardia Civil. EP

Resulta indignante que las familias de aquellos que se juegan la vida por proteger nuestras libertades acaben tan desamparadas. (El vídeo del patadón en la cabeza a un guardia civil con la ‘trampa del Fairy’ que deja KO a los pringosos golpistas)

Rosa María Domínguez, en agosto, perdió a su marido. A sus 55 años, se quedó sola. El mundo se le cayó encima.

Tuvo que superar el duelo, pero también las dificultades que implica su condición de viuda de la Guardia Civil. Ahora, cobra 900 euros de pensión, tiene un hijo y una hipoteca de 600 euros. Lo tiene complicado. Pero no es la única.

Ella se siente, incluso, una privilegiada. Algunas de «sus compañeras perciben mucho menos -entre 600 y 700-«.

Con un hándicap que les afecta a todas: el copago farmacéutico del 30% (superior al de muchos pensionistas que pagan tan solo el 8%). «Mi padre, por ejemplo, gana 2.000 euros. Los medicamentos le salen más baratos que a mí», comenta, ejemplificando, según recoge David Palomo en El Español.

Diego Manuel Pérez, su marido, decidió presentarse a un curso en el CAE (Centro de Adiestramientos Especiales) en Logroño (La Rioja) para formar parte del GAR (Grupo de Acción Rápida), que ha tenido durante años como misión primordial luchar contra el terrorismo de ETA en el País Vasco y Navarra apoyando a las Unidades Territoriales -por ejemplo, en la liberación de Ortega Lara-.

Pero también, en ocasiones, acudiendo a misiones internacionales en Kosovo, Haití, Líbano, Israel o Afganistán. (Un guardia civil fuera de servicio atrapa a un tipejo que metía a una mujer en el maletero del coche)

Retornó en 2007 y comenzó, entonces, a notar síntomas que le parecían extraños:

«Se ponía agresivo, no socializaba, estaba nervioso».

Y decidió acudir al psiquiatra en 2009. Hasta 2016, siguió en el Grupo de Acción Rápida. Entonces, le dieron la baja, con síntomas de estrés postraumático.

Estuvo 13 meses en su casa hasta que lo llamaron de Zaragoza para hacerle unas pruebas.

«Le hicieron un informe en el que le dicen que no puede trabajar».

A los cuatro meses, antes de ser jubilado, muere.

«Le da un infarto, aunque no sabemos si a causa de una arritmia o del estrés».

En agosto, Rosa María se queda sola. Pasa a percibir tan solo 900 euros de pensión. Con una suerte: también percibe 440 euros del Ministerio de Defensa y 560 de una asociación de guardias civiles.

Eso sí, hasta los 24 años y siempre que estudie. En caso contrario, se lo quitarían.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído