El Acento

Antonio Florido

Tana Tazzo y la poesía estriada

Tana Tazzo y la poesía estriada
Tana Tazzo, poeta peruana.

Tana Tazzo (Perú). Poeta. Difunde la Cultura a través de distintos medios. Activa y comprometida con la causa del hombre que se sabe desubicado, el que no encuentra otro medio de expresarse y de vivir que el poético.
Como afirmaba Gaston Bachelar en La poética del espacio, “…el no saber no es una ignorancia, sino un difícil acto de superación del conocimiento. En Poesía, el no-saber es una condición primera…”
Tana Tazzo habla con la Poesía como si ésta estuviese dispuesta, en cada instante, a escuchar los lamentos de un alma atribulada. Más bien se trata del alma misma la que evoca y busca un resquicio donde encoger su esencia, escapando de la realidad construida por los hombres. La autora de hoy, con una clara alusión a la vida y al sufrimiento, no solamente se atreve a conversar con el Arte Poética; no es muda su expresión, ni redonda ni mullida, pero se palpa como el dolor cuando surge, arrolladora, profundamente.
Causa primera, necesaria para revocar una vida que ansía cada gota. Tana demuestra que el arte de la llamada Poesía no es un ejercicio efímero y de concurso, sino la venda que aprieta las heridas, la que soporta el día a día, la esperanza grafiada con pinceladas hermosas y justas.

Poema 1

El gran grito

¿Qué quieres, poesía?
Dime, maldita embustera de la noche,
¿a qué has venido?
¿A saciarte de mis entrañas,
a menearme la cola como gata?
Señora de los bares de mi pena,
¡me has carcomido los sesos poco a poco,
naciendo de las mazmorras de mi vida,
arrastrándome como lagarto en tus laderas!

Dime, opresora de mis llagas,
¿no te basta el contemplarme
a través de tus cristales?
¡Cómo me retuerzo en el dolor de tus palabras!

¿No te basta rajarme los labios con enojos,
lastimándome con tus látigos el alma?

¡Contéstame, arpía de los mendigos de cariño,
amante de los ciegos del ensueño,
pues ardo en las llamas de tu hoguera,
envuelta en la belleza de tu infierno!

Dime, vampira de la noche,
¿no te basta con la sangre de mis venas?

¿No te basta con los huesos de tus mártires,
que se inmolaron alzando tu bandera?

¿Por qué me dueles, cortesana de lamentos,
fornicando en el umbral de mis deseos,
descarnando la piel de mis huesos
al antojo de tus bajos anhelos?

Dime, poesía, ¿qué miseria alimenta tus caudales?
Te hablo desde lo más profundo de mis sentidos,
de esta alma vagabunda en la que me has convertido.

¿Por qué, maldita poesía?
Aunque a la postre, en el sinsabor de tus dolores
te proclamo mi fe entregándote mi destino,
condenándome al dolor de tus angustias,
y mermando en vino tinto mis gemidos.

Sin embargo, querida poesía,
aunque te revuelques profetizando mis heridas,
aunque quiebres mis huesos penitentes,
aunque me envenene lo amargo de tus días,
me someto a la crueldad de tus cadenas,
¡para amarte…para amarte más que a mi vida!

Poema 2

Mi patria

I

Esta es mi patria
cumbres y nevadas,
calles y avenidas,
cemento y gritos
estaciones otoñales
que levantan en andas
nuestros sueños,
flameando el dolor,
mezclando el firmamento.

II

Esta es mi patria
apacible y revolucionaria,
los huesos de sus mártires
reposan en la tierra,
ríos acarician
sus orillas,
vertientes
aguas calmas,
pedazos de ironías
sin fe
sufriendo la agonía.

III

Mi patria es mi casa,
mi árbol fuerte,
mi tronco arraigado
a mi simiente,
fruto dulce
de la melancolía
dulce y triste
como el alma mía,
yo la pienso desde lejos
y la miro cómo se inclina
ante el tirano,
cómo su cielo inclina
su gloria ante el avaro,
y me yergue la rabia,
porque me duele
porque es hermosa
mi patria,
como la madre mía.

IV

Esta es mi patria
y no otra,
esta es mi tierra,
y no otra,
ella me rasga
por dentro
una bella herida,
hermosa y bella,
grande e infinita,
fluye en mi sangre
con el dolor
del que la habita,
es como la rosa
más bella,
una rosa radiante
de espinas,
hecha raíces
cuando florece
la palabra, la vida,
los hombres
y la muerte
que los llama
y los incita.

V

Por eso la amo
por bendita
con un poco
de tristeza
con un poco
de alegría.
¡Cómo no he de amarla,
cómo he de olvidarla!
es mi madre patria,
yo soy su hija.
Forja sus niños
en páginas amarillas
perdidas
en la memoria
del ausente,
al cielo del ayer
que la principia.

VI

Esta es mi casa,
mi patria de flores
en los días de Enero,
mi patria de bosques
de pájaros que vuelan
en el alto cielo
y entra por mi ventana
brillando el día nuevo,
con el dolor acuestas
con el sudor
en frente,
ante pan de cada día
en busca de su suerte.

VII

Esta es mi patria,
mi tierra bendita
y no la cambiaría,
porque es hermosa
y grande
y aún más bella
todavía.
Yo la defendería
con mi propia vida.

Poema 3

Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.

1Corintios 8:2

Oración del desvalido

Que no se adueñe de mi boca
la llaga herida de la vida,
que no muera en mis silencios,
un corazón que aún palpita
que tu bálsamo en mis ojos
no se tiñe de mentira,
que mi cuerpo sea el templo
donde tú, mi Dios, aún habitas.

No se endurezca mi mirada
ni el ceño fruncido de mi frente,
no penetre en mis entrañas
la fría guadaña de la muerte.
Y si las fuerzas me faltaran
en esta vida ya sin suerte,
que el consuelo de mis días
a tus pies por fin me encuentre.

Sé que con afrenta te he negado,
sé que con palabra te ofendido.
Hoy derrotada y sin aliento,
con el corazón adolorido,
temblorosa como un niño
sé que me has amado.
Pues tu amor es un milagro
y vivir sin ti es un castigo.

Cuando llegue a tu presencia
déjame perder en tu mirada,
y que pase mucho tiempo
y que nadie diga nada,
pues estoy mirando a mi maestro,
a mi Señor, cara a cara.
Que se ahogue mi recuerdo
en tu mirada
aunque caiga derretida
y despojada,
quiero amarte en el silencio
y sin palabras.

Cuando caiga a tus plantas
de rodillas,
quiero llorar pegada a tus heridas,
y que pase mucho tiempo
y que nadie me lo impida.
Porque he esperado
este momento toda mi vida.

Poema 4

Cotidianas / Lluvia

Mira, está lloviendo, es un aguacero allá afuera cada instante, hace frío, atrás de esta cortina se contempla el estruendo esplendoroso de las gotas, enérgicas y melodiosas gotas de lluvia.
Mira, son tiernas, hermosas y redondas, sencillamente redondas gotas, mira cómo se desprenden de este cielo entumecido, estas turbias, pequeñas y grandes gotas, se abalanzan temblorosas una tras otra hasta precipitarse en su suicidio. Quizás escapan de este cielo ensimismado, firmamento sin estrellas lleno de milagros que no puede retenerlas, y enmudecidas e inocentes precipitan su caída,
mira, algunas en su vértigo se tropiezan con los vitrales de las calles y coches estacionados, y los acarician con su redonda melancolía, otras modelan su tristeza en los marcos de las ventanas de las casas, y resbalan torpemente adormecidas por el grosor del frío que hiela las cálidas almas.
Las hay también dolorosas, extremadamente dolorosas, las que se iluminan y cristalizan en los faroles de esta Lima gris, y se inflan como lágrimas heridas, arraigadas, hasta que por fin se sueltan para caer en el charco sucio y ruin del pavimento.
Pareciera por momentos que lanzaran un torrente de gritos despavoridos, unos alaridos turbulentos sobre las baldosas.
Mira, las pobres gotas, cómo se estrellan disgregándose maravillosas, inquietantes, gotas y más gotas, humildes gotas sin sabor a nada aniquilándose, majestuosas gotas entregadas al olvido, una detrás de otra huyendo en su único sentido, para no volver a ese cielo gris de su castigo.

Pueden seguir los trabajos de esta autora en la página de Facebook:: Libre albedrío literatura & poesía

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Autor

Antonio Florido

Antonio Florido nació en Carmona (España), en 1965. Estudió Mecánica, Ingeniería Industrial y Ciencias Políticas. Aunque comenzó su oficio de escritor con la poesía, reconoce que se sintió tan abrumado por la densa humanidad de este género que tuvo que abandonarlo

Antonio Florido

Antonio Florido nació en Carmona (España), en 1965. Estudió Mecánica, Ingeniería Industrial y Ciencias Políticas. Aunque comenzó su oficio de escritor con la poesía, reconoce que se sintió tan abrumado por la densa humanidad de este género que tuvo que abandonarlo

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